Tristeza, indignación, miedo e incluso desesperación son
algunos de los sentimientos que están experimentando estos
días la familia del joven Yusef, que fue asesinado en el
Príncipe en la madrugada del pasado 24 de julio después de
recibir un tiro a bocajarro. Sus familiares, desde entonces,
piden justicia, pero sobre todo, más seguridad para que
ningún joven más tenga que morir y así lo trasladaban ayer a
EL PUEBLO. Y es que, explican, este adolescente, de apenas
16 años, sólo estaba en el lugar equivocado y en el momento
equivocado.
Su madre, Fatima, cuenta como él era un chico de barrio, muy
querido por todos, que estaba preparándose para estudiar
electricidad y con todo el futuro por delante. “No tenía
malas compañías”, asegura para contar como ella estaba muy
pendiente de que eso no ocurriera. “No iban a por mi hijo,
porque no tenían nada contra él”, apostilla. Mientras, la
tía de Yusef dice que, si en lugar de él, el amigo que lo
acompañaba hubiera ido en ese lado, sería el otro chico el
que habría fallecido.
Lo que más les duele a los familiares de este joven es que
el responsable de su muerte “está en la calle dando
vueltas”. “Saber que tu hijo está bajo tierra y ver al
asesino cara a cara... es lo peor”, dice con la voz rota
Fatima, que afirma saber quién es el que disparó porque
algunos testigos se lo han trasladado a ella. Y es que,
asegura que en el Príncipe la gente “sí colabora” y que lo
que quieren es acabar con la inseguridad. “Dicen que los
vecinos son los que no colaboran y que por eso no se da con
el asesino, pero no es verdad”, comentaba ayer una de las
tías del joven Yusef.
Ella está indignada porque el pasado viernes, explica, se
topó con el presunto asesino de su sobrino cuando este
entraba en su casa. “Llamé a la Policía y allí no ha
aparecido nadie aún”, asegura para explicar que incluso ha
ido dos veces a comisaría para pedir que acudan a detener al
sospechoso de este crimen. “Pero no nos hacen caso, es como
si la vida de mi sobrino no valiera nada”, lamenta. Por
ello, incluso ha denunciado el trato recibido por los
agentes que la atendieron.
Marginación
Mientras, la familia teme salir a la calle. Dicen que en el
Príncipe no existe seguridad y se sienten “marginados” por
ello. “Un niño de 16 años tiene que salir y debe poder estar
en la barriada con tranquilidad”, reclama esta madre. Ella
es del Príncipe y aunque ahora viven en las 170 VPO de Loma
Colmenar, tiene a toda su familia allí, por lo que Yussef
también iba hasta el barrio para estar con sus amigos,
primos, y tíos. No obstante, a veces tenía miedo, y así lo
contaba ayer una de sus tías, que recuerda como ella misma
le decía que no les iba a pasar a nada por ir hasta el
Príncipe, que se encuentra al lado.
Por otro lado, la madre de este joven lamenta que los
servicios de emergencia tardan mucho en acudir al Príncipe y
está convencida de que por esta causa su hijo no se pudo
salvar. “Me han dicho que tardaron media hora y el niño
mientras perdió mucha sangre”, explica esta madre
desconsolada, que reitera que “la policía y la ambulancia
tardaron demasiado en llegar”.
Armas ilegales
Ahora, con el desconsuelo de no tener a Yusef, la familia de
este joven pide justicia, que se detenga al responsable de
su muerte y que un suceso así no se repita en el Príncipe.
En la barriada, recuerda Fatima, “hay muchos niños buenos” y
estos, asegura, merecen un futuro. Para ello, la familia de
Yusef tiene claro que se necesita más presencia policial y
que se persiga el tráfico de armas que existe en la zona y
que ha acabado con la vida de este adolescentes, que había
cumplido 16 años y que apenas comenzaba a vivir.
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Los vecinos del barrio y los compañeros de instituto,
volcados con la familia
“Era un niño bueno, que iba con
niños buenos. Tenían buenos amigos y no me explicó por qué
ha pasado esto”, así habla la madre de Yusef de su hijo al
que recuerda como un adolescente “siempre alegre” al que le
gustaba hacer bromas constantemente. Para ella, su hijo
“tenía un futuro muy bonito” por delante que ahora le han
sesgado de forma injusta. Y es que, en septiembre, Yusef iba
a comenzar a estudiar electricidad, como su padre, y su meta
era terminar cuanto antes para poder trabajar.
Tras lo ocurrido, los profesores de este chico no dudaron en
contactar con la familia para ofrecerles ayuda y así lo
cuenta Fatima, la madre de Yusef, que agradece la atención
recibida. Sus compañeros, cuenta, no creen lo que ha pasado.
A través de las redes sociales se han manifestado y han
mostrado su cariño por el. “No nos lo creemos, era un niño
muy bueno, si hubiera sido de problemas... pero era muy
bueno”, dice su madre, aún incrédula y esperando que su hijo
aparezca por la puerta.
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