Tras cerrar el periodo de
alegaciones al proyecto del Plan General de Ordenación
Urbanística (PGOU) y estudiar todas las propuestas
presentadas, el Gobierno ha decidido empezar el proyecto de
nuevo y así lo anunció ayer el portavoz del Ejecutivo, Jacob
Hachuel, tras la reunión del Consejo de Gobierno. La
decisión, según explicó el portavoz, viene motivada por la
gran cantidad de alegaciones que se han registrado y la
calidad de las mismas. El objetivo, añadió, es contar con un
documento “mejor” del que se aprobó de forma inicial hace ya
un año.
Mientras, la consecuencia será un
retraso de entre 9 y 12 meses para la aprobación definitiva
que será, según apuntó Hachuel, en un periodo de entre 18 y
24 meses, es decir, para 2017. No obstante, este retraso
permitirá que se reactiven las licencias urbanísticas en un
momento en el que, destacó el portavoz del Gobierno, se
percibe una recuperación del sector de la construcción y el
Ejecutivo no quiere “tener bloqueados” a los promotores.
Eso, recordó Hachuel, conllevará también un enriquecimiento
de las arcas municipales ya que con cada licencia se paga un
canon. No obstante, esta no ha sido la motivación de que el
PGOU se redacte de nuevo para llevarlo a aprobación inicial
y así lo recalcó el portavoz que insistió en que la razón de
este cambio han sido “las muchas alegaciones y muy buenas”
que se han recibido.
Por otro lado, Hachuel
también señaló que, aunque el proyecto se vaya a redactar de
nuevo, no se parte de cero, sino que ya se tiene una base
con la que se trabajará para introducir las alegaciones y
tener un proyecto nacido “del consenso” en el que también
quieren que participen las nuevas formaciones que están en
la Asamblea tras las elecciones del pasado mayo. Y es que,
insistió el portavoz, el nuevo Gobierno quiere plasmar en el
PGOU la vocación de diálogo y consenso con la que inició la
legislatura. La aprobación inicial, apuntó, se producirá
dentro de 9 o 12 meses, tras la cual el proceso terminará
con la aprobación definitiva, que será dentro de 18 o 24
meses.
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Caballas califica el retraso del PGOU y su nueva redacción
como “otro fiasco más del Gobierno”
La voluntad del Gobierno de dar
marcha atrás en la aprobación del PGOU, que estaba sometido
a exposición pública y pendiente de resolver las alegaciones
presentadas, pone de manifiesto para Caballas “una alarmante
falta de criterio y una preocupante irresponsabilidad”. Los
localistas, a través de un comunicado, han recordado que la
elaboración de este PGOU ha tenido un coste superior a
500.000 euros (más 200.000 incluidos en la modificación de
crédito aprobada en el último pleno), además de haber
sometido a la ciudad en su conjunto a una situación de
suspensión de licencias que ha paralizado el desarrollo de
la Ciudad. “El PGOU aprobado por el PP era un documento
desfasado y muy deficiente que no daba respuesta a las
necesidades de Ceuta, tal y como planteó Caballas y que
además, daba cobertura a determinados pelotazos urbanísticos
inasumibles”, lamentan los localistas. Además, señalan que
los argumentos ofrecidos por el Gobierno son muy débiles
para ser creíbles. “La razón última de esta decisión puede
estar en la falta de confianza del presidente en su propio
grupo para afrontar una aprobación provisional en la que
debe contar con trece votos asegurados, cuando los negocios
que se tejen alrededor del PGOU siempre provocan intentos de
compra de voluntades políticas”, aseguran desde la
formación. Por último, advierten de que Ceuta “necesita
urgentemente un PGOU que se convierta en una hoja de ruta
realista, adoptada al contexto presente y que viabilice el
desarrollo futuro en el ámbito urbanístico, económico y
social”. La vigencia del PGOU expiró en 1999 y llevamos más
de 16 años sin revisar nuestro ordenamiento urbanístico, un
lujo que esta ciudad no se puede permitir. Ceuta crece de
forma anárquica y desordenada porque el Gobierno no asume
sus responsabilidades”, apuntan.
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