Los fuegos artificiales
clausuraron ayer las Fiestas Patronales. Seis días de
emociones, diversión y buen ambiente en honor a la Alcaldesa
Perpetua de Ceuta, Nuestra Señora de África. Miles de
ceutíes no quisieron perder la ocasión de acudir al recinto
ferial para ver unos fuegos que dejaron una mezcla de
alegría y tristeza. Alegría porque se puso el colofón a seis
jornadas de unión entre los ciudadanos y tristeza porque
hasta el año que viene no se podrá disfrutar de la excelente
comida de las casetas, de la música de los locales para
jóvenes o de los ‘cacharritos’, la mayoría, dedicados a los
más pequeños.
La seguridad, tranquilidad y
la diversión han sido los pilares de una Feria de estos seis
días que, después de cuatro años del importante recorte en
días que tuvo nuestras fiestas patronales, comienza a
afianzarse entre los ceutíes que ya no se acuerdan de
aquellas fiestas de hasta ocho o nueve noches que muchas
veces se eternizaban y dañaban, no sólo las economías
familiares, también la salud y las fuerzas de aquellos
intrépidos que intentaban hasta desfallecer acudir
diariamente al real de la feria. La de la edición 2015 se
cierra con ningún incidente destacable, salvo la agresión a
un trabajador de Trace en el Recinto Ferial y un episodio de
Violencia de Género. Pero la gran protagonista de estos
cinco días y especialmente de ayer miércoles fue Nuestra
Señora de África, que un año más recibía el calor y la
devoción de un pueblo que no dudó lanzarse a la calle para
acompañar a la Excelsa Señora por su solemne procesionar,
agradeciéndole que siga protegiendo con su manto a los
ceutíes, una procesión, en la que se vivieron intensos
momentos, y donde quedó demostrado que la Hermandad de
Nuestra Señora de África no deja nada al azar.
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