El número de personas acogidas a
la Ley de Dependencia en Ceuta asciende a 1.050. Esta cifra
se ha mantenido en los últimos cuatro años, variando
ligeramente. Desde que se aprobó la legislación han sido
1.800 las valoradas, de las cuales muchas han fallecido y
otras se han trasladado a vivir a otras regiones.
Alfonso Grande, director
territorial del Imserso, aportó ayer estos datos a este
diario. El número de personas que están en lista de espera
para ser atendidas es “prácticamente cero”, según dijo. De
las 1.050 valoradas aproximadamente el 55% recibe prestación
económica y unas 200 personas reciben ayuda a domicilio.
Por otra parte casi cuatro de cada
diez dependientes, lo que supone el 37%, están esperando
prestaciones o servicios a los que tienen derecho, según un
informe de la Asociación Estatal de Directores de Servicios
Sociales que evalúa la implantación de la ley tras la
incorporación de los beneficiarios moderados el pasado
julio.
Tras ocho años y medio de
aplicación de la Ley de dependencia, concluye su
implantación con la incorporación al sistema de estos
dependientes de grado I, que elevan a 445.264 los
beneficiarios que todavía no reciben ninguna atención.
Esperando
La asociación recuerda que desde
2012 más de 100.000 personas han fallecido mientras
esperaban que se les aplicara la ley.
El último informe del Observatorio
Estatal para la Dependencia, presentado ayer por esta
organización, analiza por comunidades autónomas el grado de
implantación de la ley, que denuncia que ha sido “desigual”,
y plantea la necesidad de aprobar un pacto de Estado “que
replantee el modelo de financiación autonómica” del sistema.
Castilla y León, Cantabria y País
Vasco se sitúan a la cabeza de las regiones con mayor
porcentaje de personas atendidas sobre el total de la
población, mientras que Comunidad Valenciana, Baleares y
Canarias están a la cola.
Con respecto a la lista de espera
Aragón, Galicia y Andalucía son las regiones con más
personas pendientes de atención, mientras que Castilla y
León, Ceuta y Melilla y Madrid son las que menos.
Con los datos del Sistema de
Información del Imserso a 30 de junio el dictámen recuerda
que hay 1.191.406 personas en situación de dependencia
reconocida, es decir, 25 de cada mil españoles necesitan
apoyo para realizar las actividades básicas de la vida
diaria en mayor o en menor medida. En concreto, 411.235
personas tienen Grado I (dependencia moderada), 435.130 son
de Grado II (dependencia severa) y 345.041 de Grado III
(gran dependencia).
La Ley 39/2006, de 14 de
diciembre, de Promoción de la Autonomía Personal y Atención
a las personas en situación de dependencia de España, más
conocida como Ley de dependencia, es una ley española que
crea el actual Sistema para la Autonomía y Atención a la
Dependencia, que es el conjunto de servicios y prestaciones
destinados a la promoción de la autonomía personal, así como
a la protección y atención a las personas, a través de
servicios públicos y privados concertados debidamente
acreditados.
La Ley fue presentada el 5 de
marzo de 2006 por el entonces presidente del Gobierno, José
Luis Rodríguez Zapatero, en un acto público. El 20 de abril
de 2006 fue aprobada por el Consejo de Ministros y el 30 de
noviembre de 2006 fue aprobada de forma definitiva en el
Pleno del Congreso de los Diputados con una amplia mayoría.
Finalmente, fue publicada en el
Boletín Oficial del Estado nº 299, del 15 de diciembre de
2006.
En el año 2008 había en España 2
millones de personas dependientes sobre una población total,
ese mismo año, de unos 46 millones de habitantes.
Aumento de la edad
Para los investigadores del
CSIC Abellán, Esparza y Pérez Diaz la dependencia se hace
más probable con el aumento de la edad, es superior entre
las mujeres y aquellas personas que poseen un menor nivel de
instrucción. Además existe una relación entre el orden de
aparición y la prevalencia de las discapacidades que pueden
provocar dependencia personal, así, aparecen en primer lugar
y son los más frecuentes los problemas relacionados con la
movilidad exterior; les siguen las dificultades en las
tareas habituales del hogar y en último lugar los problemas
de cuidado personal.
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La mujer desempeña un
papel fundamental en la dependencia
La ayuda familiar es la principal
respuesta y la mujer desempeña un papel fundamental en las
diferentes situaciones de dependencia: como madre de niño o
joven dependiente, esposa o hija de varón adulto con
discapacidad, o hija de padres mayores con dificultades
funcionales.
La persona dependiente lo es
bien por sufrir una enfermedad o suceso incapacitante, o por
llegar a la vejez. La dependencia personal es así la
incapacidad funcional para el desarrollo de actividades de
la vida diaria y por requerir ayuda para su realización. La
Ley pretende ser universal.
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