Ni jueces, ni fiscales. Aquí se
hace lo que quiere él, que para eso el que manda es el otro.
“Chico pero matón”, como dice el refrán.
El argumentario es extensísimo,
las críticas hacia nuestro querido alcalde afloran en un
momento no propicio para él. Hasta su homólogo en Melilla lo
ponía en entredicho, como ejemplo de lo que él no es, de lo
que el melillense no practica e incluso cuantificó su
gestión. La diferencia entre nuestro alcalde presidente y él
está en torno a 30 millones de euros.
Así ¿quién no gana las elecciones?
Se dan cuenta: 30 millones según Imbroda. Pero con 13.700
parados, con unos índices de pobreza más elevados de España,
¿quién vota a este señor?
Ahora con nuevo gobierno… nuevo
alcalde; aunque se trate del mismo, el Sr. Vivas. Ahora
tiene una oportunidad para rectificar, se trata de un nuevo
ciclo. Pero… no; ha aprendido lo feo: burlar las decisiones
judiciales, recurriéndolas para ganar tiempo, haciendo caso
omiso de consejos útiles para que no delinca, mejorar su
capacidad de gestión rodeándose de “buenos asesores”, etc,
etc.
Recuerdo que uno de sus
consejeros, con responsabilidad en el gobierno anterior en
el Ayuntamiento, me decía, refiriéndose a una de las
personas que ahora ha sido nombrada asesor/a: “Mira, tiene
dos neuronas, una para peinarse y otra para andar” Y me
pregunto yo…
41 son los trabajadores eventuales
asesores que se ha sacado de la manga el Sr. Vivas. Una
media de 4.000 € mensuales por cada uno, sin pagas
extraordinarias; es mucho dinero. En muchos casos, éstos
necesitarían un proceso de selección para ocupar ese puesto,
pero no. Sabemos que lo adaptarían, que lo amañarían. No
hace falta, tienen “impunidad ya reconocida”.
Los ciudadanos en general no
percibimos la impunidad, uno de los peores males que tiene
la democracia. Así es, se considera inmune y no acata las
sentencias, las recurre, no porque esté convencido de la
transparencia de sus hechos, sino como argucia dilatoria
para ganar tiempo. Quienes practican este método se
aprovechan del sistema, lo corrompen.
El sistema judicial español es muy
garantista y no seré yo quien ponga en duda las ganas que
jueces y fiscales ponen por llegar a la verdad de cada caso,
sea quien sea. Tampoco pienso que haya fiscales que parezcan
estar aletargados, que no cumplan con sus obligaciones, más
bien que hay pocos. Seguramente que será eso. Me consta, que
en el gremio, los hay buenos.
Pero de nuevo la impunidad y la
prepotencia a la orden del día; aunque acabe con la
paciencia de quienes lo apoyan, aun a costa del desgaste de
su propio partido.
Un buen amigo, militante del
PP, también desea que esto se acabe, por el bien del
partido. ¡Ah! también prefiere que se cubra la plantilla de
fiscales, ya saben…
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