Mohamed Abdelh, presidente de la
Asociación de Vecinos Doctora Soraya, que comprende las 170
VPO (Viviendas de Protección Oficial), ha protestado por la
contaminación acústica en la barriada. Las viviendas están
pegadas a la batería del Hospital Universitario y el ruido
es constante.
Por este motivo los vecinos “no
pueden abrir las ventanas y no pueden dormir”. Las ventanas
no se pueden abrir por el ruido, causando molestias a los
residentes, por el elevado calor que hace durante estos
días. Las mediciones de la Policía Local superan los 10 y
los 14 decibelios. Los portales 1, 6, 7, 8, 10 y 12 están
pegados a la batería del hospital.
Los vecinos ya han dirigido un
escrito a la Ciudad Autónoma. De momento ni la Ciudad ni el
hospital “están tomando medidas”. El colectivo vecinal
reclama que se adopte alguna solución al respecto.
Además señaló que “el tema es
grave. Ahora nos enteramos de que van a sancionar a Baleària
y nosotros ya habíamos protestado antes”, expuso el
presidente vecinal.
Sobre este asunto la naviera
Baleària, ante las críticas recibidas, ha instalado un
silenciador en el buque Passió per Formentera. El
silenciador se encuentra en el buque desde la semana pasada
y la naviera está realizando los trabajos previos para
colocarlo, que se extenderán durante estos días debido a que
los técnicos solo pueden trabajar en esas labores durante
las paradas del buque, que a su vez están condicionadas por
la operativa de la Operación Paso del Estrecho (OPE).
Los vecinos de la zona se habían
quejado por el ruido procedente del barco en unas horas tan
sensibles como son las de la noche. Por eso pidieron que se
tomaran medidas.
Con esta actuación Baleària
demuestra que su voluntad siempre ha sido la de solucionar
el problema del ruido para que los vecinos no sufran
molestias como consecuencia de la actividad de los ferrys.
Además en el caso de que se vaya
la luz en el Hospital Universitario entraría en
funcionamiento un generador, causando mayores molestias por
los ruidos. Los vecinos “están desesperados”, denunció
Abdelh, a causa del “ruido insoportable. No se puede vivir
de esa manera, no se puede abrir la ventana”.
Los vecinos llevan más de tres
años residiendo en estas Viviendas de Protección Oficial.
Entre los casos que se han dado se encuentran el de “una
mujer enferma que ha tenido que cambiar el dormitorio de
sitio. También hay más gente enferma”.
Por otra parte el presidente de la
Asociación de Vecinos Doctora Soraya denunció el estado de
abandono de la barriada. “La zona está medio abandonada y
falta limpieza. Hemos pedido papeleras y la instalación de
bolardos para que los coches no se suban en la acera”.
Actualmente no hay servicio de limpieza por la mañana ni
tampoco sábados y domingos, una situación denunciada por el
colectivo vecinal.
Además hay una zona detrás
de las casas que está muy dejada y se ha convertido en un
vertedero. Abdelh añadió en sus declaraciones que “cuando
viene algún político de visita es cuando pasan las máquinas
y limpian. El resto del año no aparece nadie por allí”.
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