El director general de la Policía,
Ignacio Cosidó, destacó ayer que España representa un modelo
de éxito en la lucha contra la inmigración irregular y la
trata de seres humanos pero también volvió a reclamar “una
mayor implicación de la Unión Europea en la gestión de las
fronteras del sur de Europa, con especial incidencia en el
Estrecho de Gibraltar, debido a la presión migratoria que
soportan Ceuta, Melilla, Algeciras y Tarifa. Dijo que España
necesita “más apoyo, más ayuda y más solidaridad del resto
de los socios europeos”.
En el acto de inauguración en
Algeciras del XXVI Cursos de Verano de la UNED sobre ‘Flujos
migratorios y trata de seres humanos’, Cosidó reconoció la
colaboración existente en el ámbito de la seguridad en
fronteras y la aportación económica europea para la
modernización de las infraestructuras en las fronteras. En
cualquier caso, incidió en que “aún no es suficiente. Creo
que Europa tiene que hacer más, tiene que ser consciente del
desafío al que se enfrenta y tiene que tener una política
verdaderamente común en el control de sus fronteras y en la
lucha contra la inmigración irregular”.
Habló de los avances, pero también
de que queda aún un largo trecho por recorrer,
“especialmente en aquellos países que somos frontera
exterior, que somos frontera sur y estamos en primera línea
en la lucha constante contra la inmigración irregular”. Para
Cosidó la inmigración irregular y la trata de seres humanos
es uno de los principales desafíos de la UE y que ello unido
al terrorismo son los principales retos a afrontar hoy en
día.
Un modelo de éxito
Cosidó destacó que España es un
modelo de éxito en el control y regulación de los flujos
migratorios. y explicó que entre un 5 y un 10% de los
inmigración irregular que llega a la UE lo hace a través de
España, lo cual supone “unas cifras muy limitadas”. También
destacó que la inmigración no es un problema que más
preocupe a los ciudadanos españoles lo cual, en su opinión,
refleja la calidad democrática del país. Asimismo dijo que
este país cuenta con uno de sistemas legales más garantistas
con los derechos de los inmigrantes tanto en situación
regular como irregular. En este aspecto destacó el trato
“humanitario” de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del
Estado.
Cosidó habló del éxito español en
la gestión de los flujos migratorios. Por un lado se refirió
a las fronteras seguras y a una Policía de frontera cada vez
mejor formada y más especializada. Esto significa “tener un
país seguro”. Habló del avance de las fronteras desde el
punto de vista tecnológico. Se refirió al nuevo Sistema de
Frontera Inteligente, puesto en marcha recientemente en la
estación marítima y que es “un elemento crítico para poder
seguir manteniendo las fronteras seguras sin olvidar que
detrás de la tecnología hay policías capaces de discernir
donde están las amenazas”.
Otro de los aspectos que favorecen
el éxito es la cooperación “cada vez más intensa” con países
de la UE, pero también con los que son origen de la
inmigración. “Nuestro objetivo es la prevención”, añadió.
Para Cosidó, cuando hay un inmigrante irregular en nuestras
costas, en las fronteras “es que algo ha fallado en los
mecanismos de prevención establecidos”. Resaltó el
despliegue de las Fuerzas de Seguridad en Mauritania o
Senegal o la cooperación con Marruecos. Recordó la
existencia del equipo de trabajo conjunto con este país,
creado recientemente, y anunció que se prevé la puesta en
marcha de otro grupo con Níger.
Ignacio Cosidó resaltó también que
la Policía había centrado su mayor esfuerzo en la
investigación de las redes dedicadas al tráfico ilegal de
personas y a la trata de seres humanos, “un de las formas
más crueles y abominables del crimen organizado y una de las
formas más rentables para los delincuentes”. Por ello, el
trabajo se centra en identificar a quienes se lucran con
estos tráficos y aunque no concretó datos, que se darán a
conocer a lo largo del curso, sí habló de “cifras
espectaculares”. Para el director de la Policía “el
inmigrante irregular no es un delincuente, sino una víctima
de estos delincuentes”
El director general también quiso
destacar el compromiso de la Policía Nacional contra la
trata de seres humanos con fines de explotación sexual
(mujeres y en algunos casos niños). Mencionó el plan de
lucha puesto en marcha en abril de 2013 “que ha supuesto un
avance significativo”. Aportó los datos de estos dos años y
habló de las más de 500 operaciones llevadas a cabo al
respecto, con casi 2.000 detenidos y casi 1.000 mujeres
liberadas de esta redes de explotación. Destacó la labor de
quienes han participado en estas operaciones y muy
especialmente de la colaboración ciudadana. Destacó la
colaboración de asociaciones no gubernamentales porque “la
Policía no puede trabajar sola”.
Finalmente habló de que el
objetivo es seguir trabajando y conseguir que la sociedad
tenga una mayor conciencia de que en la España del siglo XXI
“no tiene cabida ninguna forma de exclavitud”.
El director general alabó este
curso, organizado por la UNED en colaboración con el Cuerpo
Nacional de Policía, al tratar una temática tan importante y
el lugar privilegiado como es Algeciras para abordar este
reto y desafío.
También se mostró orgulloso
de “contar con uno de los puertos más seguros del mundo” y
de una Autoridad Portuariade la que destacó su “sensibilidad
social”, agradeciendo la cesión de las instalaciones para el
curso. También tuvo palabras de agradecimiento para el
alcalde de la ciudad y la Universidad.
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