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El presidente de la Ciudad, Juan
Vivas, izaba ayer, por noveno año consecutivo, las banderas
con las que se queda de manifiesto la calidad de las playas
ceutíes, al menos la del Chorrillo y La Ribera. Calidad de
sus aguas, calidad de sus servicios de cara al sector
turístico y calidad en cuanto a limpieza y cuidado del medio
ambiente. Siempre es positivo ver como año tras año, y ya
van nueve, tanto la playa del Chorrillo como la de La Ribera
obtienen estos sellos de calidad en forma de bandera, pero
todavía son muchas las mejoras que se pueden seguir
realizando en las playas ceutíes y eso, lo sabe y lo
reconoció ayer el Gobierno. Son muchas todavía las quejas de
los ceutíes, quejas en cuanto a accesibilidad y quejas en
cuanto a la falta de servicios en otras playas de la ciudad.
Las playas y los litorales
bien cuidados son siempre un reclamo turístico que hay que
cuidar, no sólo de cara a la conservación del medio
ambiente, sino también para elevar la presencia turística en
la ciudad, y en este sentido el Ejecutivo local tiene
todavía mucho camino que recorrer. Un camino que Vivas ayer
reconoció que el Ejecutivo ya ha trazado. Un aumento de
socorristas en las playas, una mejora de la accesibilidad,
más seguridad y limpieza de las mismas e ir mejorando
también muchos de los servicios que hoy en día tan sólo se
disfrutan en El Chorrillo y en La Ribera, en el resto de las
playas de la ciudad es todavía una asignatura pendiente de
la Ciudad desde hace años y que todavía no ha existido un
avance notable, tal y como exige la población ceutí.
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OPINIÓN / EDITORIAL
