Como es sabido, los niños buenos
van al cielo y los malos, como yo, ¡vamos a todas partes! Un
verano apretado, sí, intenso pero de lo más interesante
aunque late, en el fondo del alma, la nostalgia de mis
amadas montañas asturgalaicas. Bueno, vamos indo. Aunque el
21 no estuve en Annual parece que se me esperaba, , total
que al final me alisté en la caravana de dos autobuses
fletados por la activa Asociación de Estudios Melillenses
(su presidente, mi querido amigo el constructor Benito, no
para) y con los que, en un interesante y didáctico viaje,
repasamos la ruta del “Desastre”: parada en la alcazaba de
Zeluán, comentarios atravesando Monte Arruit, bajada donde
las cargas del río Igran (o Gran) y subida, ya en Annual, a
la loma del campamento central del general Fernández
Silvestre, donde aun son visibles en sus laderas las huellas
de los “pozos de tirador”: en lontananza, Abarrán, Igueriben
y Talilit. Antes de Annual, Ben Tieb, Intermedia A y desde
luego la posición de Izzumar. Traslado hasta Alhucemas,
parada y fonda en el puerto y vuelta por la ruta costera,
visionando al través Sidi Driss (posición en la que el
comandante Benítez resistió la primera investida) y Afrau.
Un viaje denso e inolvidable, tanto por el aniversario de
los dramáticos acontecimientos (en los que, insisto, errores
propios muchos, pero la traición de las tribus fue
determinante) como por el peso de los expertos que nos
acompañaron. Un lujo. Por cierto ya sé que el dato es un
tanto banal, pero casualmente, ya saben, viajaba casi detrás
en una discreta comitiva de cuatro vehículos el ministro del
Interior, Jorge Fernández Díaz: cuando salíamos del Igrán,
allí llegaba el ministro y ya a bordo del autobús, partiendo
de Annual sobre las 14.30 hora española, el ministro y su
reducida compañía se aprestaba a subir la loma del
acuartelamiento de Silvestre, sita al oeste de la de
Regulares. Un detalle el de la visita, obviamente con el
plácet de las autoridades marroquíes, que honra y que conste
en acta a nuestro ministro del Interior: memoria histórica y
recuerdo imborrable para nuestros muertos. Los españoles no
olvidamos. Que lo tengan claro en Rabat.
Obviamente, ayer no pude estar en Melilla perdiéndome la
reflexión de Jorge Fernández Díaz, ministro del Interior y
del resto de los ponentes en el curso “El Estado de Derecho
frente al fenómeno yihadista”, si bien no obstante pude hoy
ponerme al día. Así el ministro, además de adelantar algunas
cifras (“128 operaciones y 572 detenidos contra el yihadismo
en España desde el 11-M”), considera fundamental la
colaboración internacional para “derrotar al terrorismo
yihadista”, destacando “la notable labor de Instituciones
Penitenciarias como pieza fundamental en la lucha contra el
terrorismo yihadista” y aportando un importante dato: “Si en
2012 el 80% de los procesos de radicalización se daban en
prisiones y centros de culto (Nota: eufemismo para evitar
nombrar la bicha: mezquitas y oratorios) y el 20% en
internet y redes sociales, hoy esa proporción es inversa”.
Por su lado el inspector jefe del Cuerpo Nacional de
Policía, Vicente Sánchez Garzón, señaló en su ponencia como
“Las particularidades geográficas y económicas de Melilla
influyen en la amenaza yihadista”, mientras que para la
periodista Beatriz Mesa, autora del libro “La falsa yihad”
(prologado por el profesor Carlos Echeverría), abordó la
situación del Sahel destacando la “complejidad” de la
situación, pues a su juicio “los grupos armados utilizan la
yihad para dar cobertura al crimen organizado” (pregunta,
querida Beatriz: ¿y no puede ser, además o también, al
revés?), mientras que la intervención francesa ( operación
Serval), “ha añadido más problemas a lo que ya es una
ensalada complicada” en la región, “complicando mucho más la
solución”. Es una opinión, que naturalmente respeto pero no
comparto. Quizás mi conocimiento físico del Sahel sea ya de
años, lo reconozco, pero quien tuvo retuvo y valorando por
supuesto la gran labor investigadora de Beatriz, me permito
disentir de alguna (no de todas) de sus conclusiones. Y una
pregunta que: ¿qué pensará la periodista de la actuación en
Mali, sobre el terreno y en estos momentos, de las Fuerzas
Armadas Españolas (FAS)?
De “postre”, ya saben: en Melilla fue detenido anteayer, en
una operación del Cuerpo Nacional de Policía (CPN) en
colaboración con la marroquí Dirección General de Seguridad
del Territorio (DGST), un yihadista español de 29 años por
apología terrorista y reclutamiento para Estado Islámico (Daesh).
Lo inquietante, aparte del hecho en sí mismo, son dos
detalles: el joven había sido militar profesional, soldado
del Regimiento de Ingenieros hasta 2008 y sus “solidarios”
vecinos del barrio de Las Palmeras habrían “dificultado” su
detención. Mientras en Siria, los jóvenes periodistas
españoles “freelance” (independientes por cuenta propia)
José Manuel López, Ángel Sastre y Antonio Pampliega
llevarían desaparecidos en Alepo unos 12 días. La zona está
en principio bajo el control del Frente Al Nusra. Si están
retenidos o secuestrados por esta organización terrorista,
franquicia de Al Qaïda, la situación en principio sería
salvable. El gran problema, irreversible, sería si cayeran
en las garras del Estado Islámico (EI/Daesh).
Volviendo a Annual, dos detalles para acabar: como saben, la
aduladora corte del Majzén de la mano del Alto Comisario de
Antiguos Residentes y Antiguos Miembros del Ejército de
Liberación, celebra habitualmente el 21 de julio su putativa
victoria (¡pero si España combatía por y al lado del
Sultán!) robando a sus legítimos dueños, las harkas rifeñas,
la historia. Pues sí, un año más algarada y tensión a pie de
Annual por la nueva insurgencia (pacífica) rifeña contra los
impostores, el Alto Comisario de marras y demás autoridades
majzenianas, convocadas una vez más por el artículo 1º al
espurio acto. ¡Joder, qué tropa! El segundo detalle es de
Igueriben y su heroica guarnición. Miguel Torrado, nieto de
uno de los supervivientes de la posición y que anda detrás
del expediente militar de su abuelo, me cuenta que éste
estaba allí destinado como cabo del Mixto de Artillería y
que “salvó el pelo de forma milagrosa, saliendo a la carrera
y con una herida de metralla en el brazo”; “Después de lo de
África” (sic), “sirvió en el Cuerpo de Carabineros y luego
en la Guardia Civil, retirándose de Sargento Primero”. Sí,
somos muchos en España los que de algún modo u otro
recordamos el Desastre de Annual, una herida que en
Marruecos unos y otros, el Estado y su “diplomacia
paralela”, las asociaciones de (presuntas) víctimas de los
gases tóxicos, se empeñan en mantener abierta y hurgar en
ella. “Uaja”. Como saben, llevo casi catorce años retomando
el guante. En septiembre moveré dos fichas y a la carga. A
ver por dónde me salen estos “jais”.
Haya Salud
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