|
Que el Rey de España reciba en
audiencia al presidente Vivas es un gesto que pone en
evidencia el carácter autonómico de Ceuta. Además el
conocimiento de Su Majestad de las cuestiones que afectan a
nuestra ciudad y su disposición e interés por apoyar y
asistir en todo aquello que vaya en beneficio del progreso y
del bienestar de los ceutíes, es una noticia extraordinaria.
Y que además en la reunión el Rey y el presidente de la
Ciudad hablaran de las estrategias que hay que llevar a cabo
para impulsar el desarrollo económico y la creación de
empleo y para combatir la marginalidad, es un hecho aún más
extraordinario.
El rey Felipe VI ha cumplido
recientemente su primer año al frente de la Jefatura del
Estado, durante el que ha logrado restaurar el prestigio de
la Corona y recuperar un sustento popular que seguirá
intacto en Ceuta, ya que la voluntad inequívoca de los
ceutíes en servir y defender a España en lo que sea
menester, y en dar contenido y hacer realidad un modelo de
convivencia basado en los valores constitucionales y
democráticos.
En este primer año del reinado de
Felipe VI, lo más destacable es la normalidad con la que se
ha producido un cambio tan importante en nuestro país. El
nuevo rey ha sabido entender y responder al singular momento
que vive España en todos los órdenes.
En este sentido, no es de
extrañar que el presidente de la Ciudad saliera del Palacio
de la Zarzuela gratamente impresionado y, como español, “con
la tranquilidad que reporta poder comprobar que la Jefatura
del Estado está en manos de una persona consistente, amable,
cercana, solvente y que transmite confianza, tranquilidad y
seguridad”.
|
OPINIÓN / EDITORIAL
