Con la propuesta realizada ayer
por Caballas, instando a la Ciudad a personarse como
acusación particular en las diligencias previas llevadas a
cabo por el Juzgado de Instrucción número 3 sobre la
adjudicación de las 317 VPO de Loma Colmenar, la coalición
da la sensación de sentirse obligada ‘limpiar’ su imagen,
demostrando su continua lucha contra la opacidad y el
oscurantismo. Su apoyo a todas y cada una de las decisiones
adoptadas por el Gobierno de Vivas en torno a este caso, en
contra de los demás partidos de la oposición y sobre todo,
su actitud frontalmente opuesta al MDyC de Fatima Hamed, ha
dejado a Caballas en una situación dificil ante su
electorado y ha venido a reafirmar la idea que muchos
denuncian sobre el ‘pacto tácito’ que mantienen Mohamed Alí
y Juan Luis Arostegui con el Partido Popular. Cada día tiene
más peso las palabras manifestadas en su día por José
Antonio Carracao: “PP y Caballas son como Pimpinela, cantan
enfadados pero son familia”. De otra forma no se entiende
que sea ahora, transcurridas ya más de dos semanas, y no
antes, cuando se haya realizado esta propuesta. De cualquier
forma, la propuesta de Caballas es totalmente positiva,
coherente y necesaria, al igual que la actitud de apoyo
adoptada por el Gobierno de Vivas y el resto de los
partidos. Lo que ya no es tan coherente, sino más bien
surrealista, es que la Ciudad se persone como acusación
particular contra nada ni contra nadie.
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