El ministro del Interior, Jorge
Fernández Díaz, reiteró ayer en Bruselas que las ciudades
españolas de Ceuta y Melilla están sometidas a una preión
migratoria “extraordinaria”. En este contexto, afirmó que le
parece bueno que haya una agenda europea de inmigración,
pero también “un programa de retorno debidamente financiado”
y que se atienda a las causas del fenómeno.
”Con los inmigrantes por razones
económicas, que deben ser distinguidos demandantes de asilo,
lo que hay que hacer es una especie de plan Marshall para
Europa, cooperar con los países de origen y tránsito y
luchar contra las mafias que trafican contra esas personas”,
añadió.
“Hay que tener en cuenta los
esfuerzos que España, como frontera exterior que es de la UE
en África, está haciendo”, continuó. Este esfuerzo debe ser
“adecuadamente ponderado y valorado para que la cifra de
personas a reubicar o reasentar que a nosotros se nos
demanda tenga en cuenta esta realidad”, dijo.
”En los últimos cinco años, España
ha impedido que entren en Europa más de 100.000 inmigrantes
irregulares”, aseguró, al tiempo que insistió en que también
se tenga en cuenta la tasa de desempleo y la cifra de
inmigrantes que viven ahora y residen legalmente en España.
El ministro sostuvo, por otro
lado, que si la UE no está viviendo en la fachada atlántica
un éxodo y un drama humanitario como el del Mediterráneo “es
porque España está haciendo sus deberes con responsabilidad
y con solidaridad”. ”Tenemos acuerdos firmados con
Marruecos, Mauritania y Senegal”, recordó el ministro, cuyo
resultado ha sido “que no se ha producido ni una sola salida
de un cayuco de las costas (africanas) hacia las islas
Canarias y que tampoco se ha producido ningún drama
humanitario en el Mediterráneo occidental”.
España, indicó el ministro,
está dispuesta a hacer un esfuerzo económico importante,
pero requiere la colaboración de socios comunitarios.
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