CCOO ha puesto en marcha una
campaña informativa sobre los derechos y obligaciones de
estudiantes, jóvenes y desempleados que están realizando
prácticas no laborales en las empresas, con objeto de evitar
el mal uso que se hace de ellas en nuestro mercado laboral.
Atendiendo solo a la regulación
estatal, en nuestro país existen once modalidades distintas
para realizar prácticas en las empresas, vinculadas a
programas formativos o de inserción laboral, que
habitualmente son la puerta de entrada a situaciones de
abuso y de explotación laboral.
Este hecho es más frecuente en el
caso de las prácticas no laborales; es decir, aquellas que
no conllevan contrato laboral y en las que, por tanto, es
más complicado determinar y reconocer los derechos y las
obligaciones. “Este tipo de prácticas son utilizadas en
muchas ocasiones para empeorar las condiciones de trabajo y
para ocupar puestos de trabajo que se deberían cubrir con
contratos laborales”, explica Tania Pérez, secretaria
confederal de Juventud de CCOO. Además, “su enrevesada
legislación no facilita su buen uso sino que más bien
provoca muchas situaciones de abuso”.
Para informar sobre todas ellas,
CCOO ha puesto en marcha la campaña “Este verano soy
becario”, que se desarrollará principalmente a través de las
redes sociales y que consta de un vídeo de presentación
https://www.youtube.com/watch?v=BZa6UuMmYI0y seis micro
videos, donde se describen las principales características
de las prácticas. También se invita a los trabajadores y
trabajadoras más jóvenes y a los representantes sindicales a
consultar a CCOO sobre sus derechos en esta materia.
El sindicato pretende,
igualmente, dar a conocer el servicio online de “Asesoría
sobre Formación en las empresas” de CCOO
(https://www.forem.es/asesoria-formacion), y la Guía
“Aprendices, becarios y trabajo precario”,
(http://www.ccoo.es/cms/g/public/o/0/o23649.pdf),
herramientas que facilitan a los jóvenes en prácticas la
información mínima para evitar las situaciones de abuso a
las que se ven abocados. Asimismo, los representantes
sindicales disponen de los conocimientos y herramientas para
poder defender mejor los derechos de los jóvenes y reducir
la precariedad, garantizando que las prácticas se adecuan a
sus objetivos y no sustituyen trabajadores por becarios.
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