El pasado domingo, 12 de julio, el
genuino y probado cantautor Javier Krahe, falleció a los 71
años de edad, en su casa de Zahara de los Atunes (Cádiz).
Haciéndose eco, de tan sentida pérdida, una determinada
parte de la prensa… Actitud que aplaudo, aunque no deja de
ser una presunta cobardía más de ciertos ‘mama chichas’ del
periodismo... Porque hasta en este periodo democrático fue
censurado por cierta prensa radiofónica, televisiva o
panfletaria afines a los partidos que presuntamente los
sustentaban. No dándoles cancha alguna, por temor a que les
cerraran el grifo, haciendo bueno el refrán que dice: “por
pan baila el perro”. Añadiendo servidor que, presuntamente
cierto periodismo también, salvo los ecuánimes valientes
que, antepusieron el derecho a la libertad de información y
de expresión antes que la sumisión.
Por ende, a los serviles, que les
den por donde les patina los pétalos de sus hedientas
amapolas, al tener inexcusablemente que realizar
genuflexiones y reverencias… en todo momento y lugar, antes
los que presuntamente les llenan de pienso los pesebres.
Por lo tanto, debo reconocer y
reconozco, al sufrirlo en silencio desde hace años, que es
muy complicado expresar los pensamientos libremente, sin
estar alineado con la derecha o izquierda… política
española... Pero haberlos los hubo y hay libérrimos e
insobornables, a pesar de que tengamos que pagar un alto
precio, al intentar pisarnos el cuello ciertos muchos
indecentes del corrupto sistema vigente, que no respetan ni
los derechos constitucionales. Como lo sufriera y ocurriera
a Joaquín Krahe, que tuvo que crear hasta discográficas para
publicar sus discos.
Escribir sobre el poeta y
cantautor recientemente fallecido, es hacerlo de una luz
entre las tinieblas pasada y más presente que nunca.
Luminiscencia que en vida resplandecía sobre los tuertos y
ciegos de conciencia y equidad mental, social, cultural y
política...
Por ello, de acuerdo con la negra
historia española, a las personas que admiro y respeto, son
todas aquellas que se pasaron por el arco de sus decoros a
los mezquinos y ruines poderes... No importándoles que
estuvieran en el punto de mira de ciertos aparatos
represores, como lo estoy yo desde hace años…
Siendo, por tanto, un claro
ejemplo de dignidad y resistencia, para mí, el cantautor
madrileño Javier Krahe, porque no solamente sufrió la
represión del régimen franquista. Sino que, en la posterior
y actual democracia española, fue censurado duramente por el
Gobierno estatal del socialista Felipe González ‘Isidoro’.
No permitiendo su órgano expresivo y propagandístico de la
TVE en 1986, sustentada con dinero de todos los españoles.
Que en un concierto de Sabina en directo, cantara Krahe su
tema titulado Cuervo ingenuo, cuya letra criticaba a Felipe
González, que dice: “Tú decir que si te votan, / tú sacarnos
de la OTAN, / tú convencer mucha gente, / tú ganar gran
elección, / ahora tú mandar nación, / ahora tú ser
presidente, / hoy decir que es alianza, / ser de toda
confianza, / incluso muy conveniente, / lo que antes ser muy
mal / permanecer todo igual, / hoy resultar excelente. /
Hombre blanco hablar / con lengua de serpiente. / Cuervo
ingenuo no fumar, / la pipa de la paz con tú, / ¡por Maritú!,
/ por Maritú…”.
Por ello, el PSOE de ‘Isidoro’,
convirtió a Javier Krahe en el primer artista censurado en
este periodo democrático. Perdiendo el PSOE desde entonces o
mucho antes el rumbo. Y aún anda ‘Isidoro’, político de
media rosca, dando lecciones de no sé qué, a pesar de
traicionar los ideales socialistas, al despojarse de sus
pantalones de pana remendaos nada más alcanzar el poder. No
permitiendo que nadie, salvo los suyos, sacaran los pies del
plato. Como fue el caso de su ministro del Interior, José L.
Corcuera, con la fatídica ley de ‘la patada en la puerta’.
Comportándose similarmente como Fraga siendo ministro del
dictador Franco y con el PP ‘democrático’… Cerrándoles los
socialistas madrileños a Javier Krahe, presuntamente también
hasta el local donde tocaba con su grupo en un sótano. Al
molestarle posiblemente a un concejal socialista del
Ayuntamiento de Madrid, no los sones musicales sino
presuntamente las letras de las canciones de Krahe.
Javier Krahe, ha dejado para
generaciones venideras sus señas de identidad en poemas y
canciones... Y como era un gran jugador de ajedrez. De mi
poemario Setenta y cinco lunas, a los librepensadores
dediqué el poema Partida de ajedrez, que dice: “Si tú no
luchas solo, / ellos te apuntalan / con el salto de sus
fichas. / Si tú no sufres caminando, / ellos te sangran / la
miel de tus venas, / y te vencen rematándote en las cunetas,
/ dejándote sin mar, / sin sol y sin sales. / Por lo que,
solo tú, / solo tú / puedes salir victorioso / antes la
partida de ajedrez / que juegas sin peones”.
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