Para empezar, bien se podría representar a ambas opciones
como dos puntos separados por arriba y unidos por abajo en
otro punto; esto formaría la letra “V”. Esta no sería más
que una representación gráfica, un dibujo de lo que es el
espectro político, al menos, en nuestro país. A cada lado,
desde el punto superior hasta el inferior convergente, se
podrían meter todos los que se consideren que pertenecen a
esa cuerda, desde la extrema derecha, hasta el centro y,
para la izquierda, el mismo planteamiento.
Estoy seguro que cada ciudadano
tiene claro donde situar a los grandes partidos políticos
nacionales e incluso a los que se han incorporado
recientemente a esa “liga” donde luchan encarnizadamente por
encontrar acomodo y ocupar el espacio que ocupa el otro.
Para describir mejor esto, no hace
falta utilizar siglas de partidos, no se deben herir
sensibilidades; no, porque casi todo el mundo ya sabe dónde
situar a cada uno e incluso saben que aquellos que se
encuentran en ese punto inferior están situados para trepar
hacia ambos lados, según el momento que más les convenga.
En ese punto inferior o
convergente no se suele encontrar una base ideológica
fuerte, simplemente se comparten ideas, se coincide con
planteamientos en ambos sentidos, pero… básicamente es lo
dicho.
Analicemos ahora qué es la derecha
moderna o neoliberal como así se denominan. Es el fiel
reflejo de lo que nos gobierna en la actualidad, en toda
Europa y España. No necesitan golpes de estado, en la
actualidad, simplemente debilitan las instituciones
democráticas, penetran en ellas y las ponen al servicio de
sus intereses financieros; quienes les hacen frente sobran.
Por eso no podemos permanecer impasibles, tenemos que
actuar, cuanto más seamos mejor.
Por otra parte, analicemos a
la izquierda, la izquierda muestra sus señas de identidad a
través de los Presupuestos Generales en cada momento,
priorizando, en cada una de sus partidas, los servicios
básicos el estado del bienestar, etc, etc. Simplemente, es
la mejor oportunidad que hemos tenido los españoles, hasta
con sus defectos. La izquierda ahora necesita una
oportunidad para crear una alianza que restituya y devuelva
al conjunto de la sociedad todos sus valores y dé fin a este
calvario que sólo padecen los más vulnerables.
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