El Teatro Auditorio Revellín
acogerá este sábado, 18 de julio, la obra ‘Augusto. Fortuna
pública, dolor privado’. Ramón Bocanegra, director artístico
y coautor del guión, habló con EL PUEBLO. El historiador
Manuel Parody es el otro autor del guión. “El texto está
hecho por nosotros a partir de un canon clásico y de un
planteamiento histórico”, comentó Bocanegra. La obra fue
escrita el año pasado, coincidiendo con el bimilenario de la
muerte del protagonista.
La representación se estrenó en el
teatro romano de Itálica y ha pasado por distintos espacios
romanos como Baelo Claudia (Tarifa), las termas de Gijón y
también en el museo arqueológico de Mérida y el festival de
Chinchilla, entre otros espacios escénicos.
Augusto fue el primer emperador
romano, tras la república. Para Bocanegra fue “un personaje
muy curioso. Supone la imagen del poder en beneficio de sí
mismo”. Además ha supuesto un modelo para dictadores de
todas las épocas, especialmente del siglo XX, como Musolini
y Hitler.
El emperador “supo hacer un gran
culto a sí mismo e inventó la propaganda moderna”. Pese a
esta imagen de triunfador que proyectaba “era un poco
cobarde, se escondía en la guerra”, señaló. El título alude
por un lado a su figura pública y por otro a su vida
personal, en la que “traicionó a familiares y amigos por
conseguir ese poder. La obra es una metáfora de la lucha de
poder”, sentenció.
El texto plantea una situación
ficticia, como es la presencia del emperador en una terma,
en la que se encuentra con personas importantes de su
pasado. El momento elegido es la transición de la vida a la
muerte. El espacio simboliza el inframundo, la bajada de
Augusto a los infiernos. En este estado se encontrará con
personalidades como Agripa, Julia, Julio César o Marco
Antonio y Cleopatra. Todos ellos “le piden explicaciones de
por qué hizo lo que hizo”.
Parody y Bocanegra han partido del
rigor histórico, aunque la obra es moderna en aspectos como
la música o la escenografía. En definitiva se trata de “un
espacio para dejarse llevar”.
Juanjo Macías es el actor
encargado de meterse en la piel del primer emperador romano.
El actor lo hace “muy bien”, dando vida a un Augusto que
está más cerca de un ser bastante débil que de la imagen
glorificada que se ofrece de él, en imágenes como el Augusto
de Prima Porta. Los autores pretenden “mostrar su humanidad
aunque era considerado un dios”, explicó el director
artístico.
Ceuta, enclave estratégico
La Tarasca está de gira con
‘Augusto. Fortuna pública, dolor privado’. La presencia en
Ceuta es “muy importante porque siempre ha sido un enclave
estratégico e interesante. Teníamos muchas ganas de ir y
además la ciudad tiene pasado romano”, añadió Bocanegra.
Esa obra aborda el pasado como
explicación del presente. La Tarasca expone en su
presentación que “la trascendencia era para los antiguos
griegos y romanos uno de los principios esenciales de la
inmortalidad”.
Además, “trascender de la simple y
gris vida mortal era el ideal para quienes querían alcanzar
la fama”, la verdadera forma de inmortalidad para la cultura
clásica.
Aunque para lograr este ideal
“fuera necesario bordear los límites de la impiedad y la
soberbia que reprsentaban pecados imperdonables para los
hombres y que llevaban aparejado el castigo de los dioses”.
Finalmente el texto añade que
“hablar de Roma es hablar de nuestro pasado, de nuestro
presente, de cómo fuimos y de por qué somos como somos, con
nuestras luces y nuestras sombras”.
Precisamente la obra de teatro
muestra sobre la escena las luces y sombras del primer
emperador romano. No solo como máximo gobernante del imperio
romano, si no que también se le muestra como una persona,
con sus miedos y sus debilidades.
La Tarasca es una compañía de
teatro que se caracteriza por llevar a la escena textos de
contenido histórico. También ambientado en la antigua Roma
se ha incluido en su repertorio la obra ‘Memorias de
Adriano’, inspirada en la novela de Marguerite Yourcenar.
Otras obras que representa la
compañía son ‘El secreto de la Torre de Don Fadrique’,
ambientada en la corte sevillana, ‘La soledad de La
Roldana’, sobre la famosa escritora barroca, o un tema muy
popular como es ‘Oliver Twist’.
La compañía apuesta por textos
literarios de calidad para llevarlos a las tablas.
paganda moderna”. Pese a esta
imagen de triunfador que proyectaba “era un poco cobarde, se
escondía en la guerra”, señaló. El título alude por un lado
a su figura pública y por otro a su vida personal, en la que
“traicio nó a familiares y amigos por conseguir ese po der.
La obra es una metáfora de la lucha de poder”, sentenció.
La obra plantea una situación
ficticia, como es la presencia del emperador en una terma,
en la que se encuentra con personas importantes de su
pasado. El momento elegido es la transición de la vida a la
muerte. El espacio simboliza el inframundo, la bajada de
Augusto a los infiernos. En este estado se encontrará con
personalidades como Agripa, Julia, Julio César o Marco
Antonio y Cleopatra. Todos ellos “le piden explicaciones de
por qué hizo lo que hizo”.
Parody y Bocanegra han partido del
rigor histórico, aunque la obra es moderna en aspectos como
la música o la escenografía. En definitiva se trata de “un
espacio para dejarse llevar”.
Juanjo Macías es el actor
encargado de meterse en la piel del primer emperador romano.
El actor lo hace “muy bien”, dando vida a un Augusto que
está más cerca de un ser bastante débil que de la imagen
glorificada que se ofrece de él, en imágenes como el Augusto
de Prima Porta. Los autores pretenden “mostrar su humanidad
aunque era considerado un dios”, explicó el director
artístico.
La Tarasca está de gira con
‘Augusto. Fortuna pública, dolor privado’. La presencia en
Ceuta es “muy importante porque siempre ha sido un enclave
estratégico e interesantes. Teníamos muchas ganas de ir y
además la ciudad tiene pasado romano”, añadió Bocanegra.
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