Caballas hizo pública ayer una
buena noticia de la que nos congratulamos, anunciando que ya
existe una investigación policial en curso y diligencias
previas abiertas en relación con los presuntos cobros de
comisiones ilegales a cambio de adjudicaciones de viviendas
de protección oficial. Un buena noticia para todos menos
para los corruptos, claro.
No obstante, tenemos que lamentar
que la coalición insinúe que la publicación del listado de
adjudicatarios en EL PUEBLO podría tener la única finalidad
de “convalidar” las prácticas corruptas, obviando que se
trata de todo lo contrario, ya que gracias a su publicación
se ha podido destapar todo este escándalo. Seguramente, de
no haberse publicado el listado calificado de “fantasma”, en
estos momentos muchas de las 317 viviendas, si no todas,
estarían ahora mismo adjudicadas, ya que Caballas parece
olvidar que desde Emvicesa se llamó a más de 100 personas
que figuran en dicha lista, que fueron citadas para firmar
los contratos, ya redactados con sus nombres y apellidos, y
para hacerles entrega de las llaves. Es decir, que, en todo
caso, las “prácticas corruptas” de las que habla Caballas,
en el caso de que existieran, no se han llevado a cabo
gracias a la publicación de EL PUEBLO.
En este sentido, Caballas debería
tener en cuenta que participar en el juego de las
insinuaciones es muy fácil. Tan fácil como decir que el
interés de Mohamed Ali porque la adjudicación de las
viviendas se lleve a cabo ahora mediante sorteo podría no
tener nada que ver con la transparencia, sino que podría
deberse a un interés por eliminar cualquier rastro de los
más de 50 nombres que él habría incluido, a través del
tráfico de influencias, dentro de la lista publicada. Todo
ante el miedo a que pudiera salir a la luz pública.
Pese a todo, las insinuaciones de
Caballas no nos sorprenden, ya que algunos personajes en
Ceuta están obsesionados con las teorías de la conspiración.
Las hipótesis de la conspiración son una temática muy
popular entre los conspiracionistas habituales. Le han
cogido gusto a explicar cualquier sucesión de hechos
diciendo que detrás de ellos hay un grupo secreto o una mano
negra, que los propicia. Y nosotros, EL PUEBLO, somos
últimamente sospechosos de todo.
En este sentido, los
conspiracionistas habituales deberían comenzar a entender
que decir que la FAMPA está politizada por la pertenencia de
su presidente a la coalición Caballas como miembro
destacado, no es una conspiración ni contra la Federación
Regional de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos, ni
contra su presidente ni contra Caballas. Es simplemente una
opinión, acertada o equivocada, pero solo una opinión.
Los conspiracionistas habituales
deberían comenzar a entender que criticar las decisiones o
manifestaciones del nuevo Delegado del Gobierno en el ámbito
educativo, no es una conspiración contra Fernández Cucurull,
sino hacer llegar nuestra opinión a los miles de ceutíes que
nos leen cada día.
Los conspiracionistas habituales
deberían comenzar a entender que publicar una exclusiva, en
forma de listado de adjudicatarios, no es una conspiración
contra el presidente Vivas, sino tratar de ser los primeros
en informar a muchos ceutíes que esperaban angustiados la
adjudicación de unas viviendas con las que sueñan.
Los conspiracionistas habituales
deberían comenzar a entender que reflejar en nuestras
páginas la versión del ex viceconsejero de Vivienda, Antonio
López, no es una conspiración contra el Gobierno de la
Ciudad ni contra ningún partido de la oposición, sino
intentar ofrecer todas las versiones de un asunto de gran
interés, para que los ciudadanos puedan formarse una visión
más completa de lo ocurrido.
En fin, los
conspiracionistas habituales deberían comenzar a entender
que desde estas páginas solo queremos hacer periodismo, con
nuestros aciertos y nuestros errores. Los que quieren crear
un problema artificial que no cuenten con nosotros. Nosotros
apostamos porque estas páginas se mantengan abiertas,
libres, independientes y haciendo periodismo para la gente.
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