La costa ceutí vuelve a estar
amenazada por miles de medusas que se cuelan por las redes y
llegan hasta las zonas de baño. Tras una primera plaga que
surgió a finales de junio, en estos días las aguavivas han
vuelto a convertirse en la comidilla de los bañistas, que
ven desde la arena como estas les impiden entrar al agua con
normalidad. Casi todas las playas están afectadas por la
llegada de medusas y la Ciudad Autónoma ha podido comprobar
en estos días que las redes tienen algunos fallos.
Según trasladó ayer el portavoz
del Gobierno, Jacob Hachuel, se ha detectado que algunos
tramos de las redes antimedusas no están enganchados al
fondo del mar, como así se exigía en el pliego de
condiciones para contratar este servicio. Además, también se
ha visto que algunos tramos de las redes están rotas. Unas
incidencia en las que ya se están trabajando para evitar que
se cuelen medusas por estos huecos. No obstante, el problema
también radica en su tamaño. Las medusas, este año, son más
pequeñas que otros veranos y por ello se cuelan por encima
de las redes, así como entre sus agujeros. Un fallo del que
ha tomado nota el Gobierno, señaló Hachuel, para que el
próximo año en el pliego de condiciones de este servicio se
especifique que las redes tienen que ser de un tamaño más
ajustado.
Mientras, explicó el
portavoz, la embarcación que recoge aguavivas sigue
trabajando de forma continua para mitigar las molestias que
sufren los bañistas.
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