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Hoy publicamos un comunicado que
esperamos no sea calificado también de “fantasma”. Su autor
es el ex viceconsejero de Vivienda y ex gerente de Emvicesa,
Antonio López, que ha decidido salir a la luz pública
después de varios días desde que se destapara la polémica
del listado de adjudicatarios de las 317 VPO de Loma
Colmenar.
En el citado escrito podemos
intuir a un Antonio López dolido y decepcionado por la
respuesta de muchos de los que han sido sus compañeros
durante los ocho años que ha formado parte del Gobierno de
la Ciudad. Pero a la vez tranquilo y prudente, sin rencor,
con ganas de pasar página en su gestión pública e
incorporarse a su puesto de trabajo en el sector privado. Un
Antonio López presto a colaborar para aclarar cualquier duda
si se creara la comisión de investigación, pero también
dispuesto a defender su honorabilidad tomando todas las
medidas que estén en su mano, si “persisten las mentiras y
descalificaciones”.
En su escrito afirma que nunca ha
sido desleal ni con las siglas del Partido Popular ni con
los consejeros con los que ha trabajado, declarando su
especial admiración y aprecio por la consejera Susana Román
y afirmando que nunca la traicionaría. Además defiende la
labor de todos los trabajadores de Emvicesa, a los que
aparta del centro de la polémica, afirmando que siempre han
seguido “escrupulosamente” las instrucciones políticas
aprobadas por la Comisión Local de la Vivienda.
No obstante, tras ser
dilapidado públicamente, López estaba obligado arrojar luz
sobre lo ocurrido, y ha dejado claro que varios miembros del
Gobierno, así como de la oposición, conocían el listado y
que, incluso, tuvieron la oportunidad de supervisarlo y
darle su visto bueno. La pregunta ahora es ¿qué tiene que
decir el Gobierno?
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OPINIÓN / EDITORIAL
