El Director Provincial del MECD,
Cecilio Gómez, ha demostrado una personalidad abrumadora,
que le va a costar el puesto más pronto que tarde. Su osadía
ha sido muy grande. Nada más y nada menos que enfrentarse
con Juan Luis Aróstegui y todo su grupo de presión, que hace
tiempo que ya pusieron precio a su cabeza. No se engañen,
las durísimas críticas que Gómez está recibiendo en estos
momentos son consecuencia directa del proceso de elección de
directores de colegios e IES, que se ha saldado con el
suspenso de Aróstegui, quien no perdona tan grave afrenta.
El exdirector del IES Puertas del Campo ha puesto en marcha
todo su maquinaria de presión y no va a parar hasta
conseguir la cabeza de Gómez.
Los últimos en sumarse en el día
de ayer a las críticas hacia el Director Provincial han sido
los miembros de la FAMPA, una federación demasiado
politizada, ya que su presidente es compañero de batallas de
Aróstegui en la coalición Caballas. No obstante, Cecilio
Gómez ha demostrado que, hasta el momento, sabe soportar los
ataques que el grupo de presión está llevando a cabo en
busca de lograr que se cumplan sus intereses influyendo en
la toma de decisiones políticas.
Lo que no parece tan claro es que
todos estén preparados y dispuestos a soportar lo que se les
viene encima y terminen por obviar que el objetivo de este
grupo de presión es influir en la toma de decisiones de los
entes públicos, con la finalidad de obtener beneficios y
hacer valer sus intereses personales. Aquellos que tienen en
su mano el poder de decisión deberían saber que si ceden,
los siguientes pueden ser ellos.
En este sentido, sería
recomendable el libro “SI DE ACUERDO! Como Negociar Sin
Ceder” de Roger Fisher y William Ury.
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