El Ministerio del Interior
reajusta su estructura para responder a la que ha convertido
en la prioridad absoluta de la seguridad nacional, la lucha
por todos los medios contra los “combatientes terroristas
extranjeros”, particularmente contra los yihadistas de
origen magrebí con lazos en España. En ese nuevo organigrama
la hasta ahora desconocida División Antiterrorista del
Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen
Organizado (Citco) pasa a convertirse en la punta de lanza
de la cooperación internacional a fin de neutralizar a esos
posibles muyahidines retornados a España con idea de traer
su particular guerra santa al territorio nacional
convertidos en lobos solitarios al servicio del Estado
Islámico (EI).
La nueva estrategia se puso en
marcha solo cuatro días después de los atentados del EI en
Túnez, Francia y Kuwait, y de que España entrara en nivel
cuatro de alerta antiterrorista, la máxima gradación desde
los atentados del 11-M. En ese documento se designa a la
División Antiterrorista del Citco como una suerte de mando
único contra los FTF (Foreign Terrorist Fighters,
combatientes terroristas extranjeros). Este departamento
pasa a ser una unidad de “coordinación, análisis y
valoración de la amenaza antiterrorista” sobre la amenaza
concreta de los retornados del norte de África.
Interior no oculta en sus
instrucciones la preocupación por el fenómeno de los FTF
para la seguridad nacional. “La nutrida presencia de
magrebíes combatiendo en el conflicto sirio-iraquí hace que
este problema tenga una especial incidencia en nuestro
país”, admite el número dos de Interior, que enumera en la
directiva los puntos débiles de España frente a los
terroristas magrebíes: “Las peculiaridades de la frontera
hispano-marroquí; la demostrada existencia de estructuras de
captación de yihadistas en el norte de Marruecos y en las
ciudades autónomas de Ceuta y Melilla; y la presencia de una
numerosa colonia de (magrebíes) residentes en España que
podría ser utilizada por los combatientes retornados para
dificultar su detección, iniciar procesos de radicalización
y reclutamiento o ejecutar actos terroristas concretos”.
La Secretaría de Estado de
Seguridad justifica los cambios en la estructura para poder
afrontar el fenómeno nuevo de estos “combatientes
terroristas extranjeros”, sobre todo, revela, porque hay
“más de un centenar de españoles o ciudadanos residentes en
España” que se han desplazado a las zonas controladas por el
Califato.
|