Y esa no puede ser la mejor
noticia para Europa y, de rechazo, para España, donde se
empiezan a frotar las manos todos esos aventureros del
populacho.
Mucha diferencia entre el “sí” y
el “no”, con la particularidad de que un gran número de
helenos no se acercaron a las urnas.
El plebiscito del Gobierno de
Syriza, el que no dio tiempo de poner en claro lo que se
proponía, realmente, y ya veremos si lo consigue, forzar a
la UE a aportar más dinero a Grecia.
Ahora ya veremos hasta donde se ha
llegado y veremos, también, si la UE es algo serio y sólido,
o si, a las primeras de cambio, se muestra como un edificio
sin cimientos y sin techo.
En el fondo hay una larga serie de
interpretaciones que ya veremos
Si hacen que la Hélade doble la
rodilla o si, por el contrario, las diferentes posturas de
varios países europeos se alinean para seguir “dando a fondo
perdido” para que lo gestionen unas gentes, auténticos
“manirrotos” que no piensan en pagar.
Muy seguro parecía tener el “final
feliz” tanto Tsipras como sus allegados, cuando sostenían,
días pasados, que si triunfaba el “no” hoy volvería a haber
“dinero fresco”. Esto es lo que ha movido a todo ese
populismo, que va creciendo cada día un poco más y que
engatusado por los demagogos y trileros votan lo que se les
presente, sin ver hasta donde pueden llegar.
Grecia ha jugado una carta muy
arriesgada, Alemania, en principio, no parece ceder al
órdago helénico, pero Alemania no conforma ella sola la UE y
ya veremos si a estas horas, países fuertes como Francia y
desde el otro lado del Atlántico, el propio Obama, que nada
debía pintar aquí, no son partidarios de jugar a “buenos y
malos”, y se colocan al lado de los despilfarradores que
además no quieren pagar.
Son unas horas muy complicadas,
España se dejará ver, y lo que menos me agradaría es que
Rajoy y su séquito se apiadaran de los helenos, volvieran a
“untar”al Gobierno de Syriza y luego, todo eso, lo
tuviéramos que soportar nosotros, con más impuestos.
Con salida o no del euro, por
parte de Grecia, dependiendo de los acuerdos de estas horas,
lo que sí debe quedar muy claro es que el euro no ha
funcionado, y no ha funcionado, o se resiente a cada
momento, porque los gestores no han tenido en cuenta la
naturaleza política de esta apuesta, que sigue un poco
cogida con verdaderos alfileres.
Aquí, tras los fuegos artificiales
de la entrada en vigor del euro, cada uno veía, a su manera,
sus pretensiones. Posiblemente se olvidaban de que había
otros que iban en el mismo carro, aunque ese carro no
parecía equilibrado si se colocaban sobre él Francia e
Italia, Alemania y Grecia.
Lo que menos desearíamos es que
estos malos pagadores y que siguen pensando en no pagar,
ahora tampoco, movieran a reconstruir Europa, pero una
Europa que durante años se estuvo mirando el ombligo y que
ahora no sabe atajar el primer envite de los que menos
fuerza debieran tener. Sea como sea, desde aquí debemos
recordar que ya van 30.000 millones de euros, que no se nos
van a devolver y que, de ninguna manera deberíamos tolerar
que se les diera ni un solo euro más.
La dama de Europa, Merkel,
si no se nos vuelve sensiblera, ahora mismo desde la gran
Alemania podría marcar el camino y decir:¡¡Desde ahora ya no
hay más dinero a fondo perdido!!.
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