Según confirman fuentes policiales
próximas a la Comisaría General de Información, la nueva
distribución de los agentes se ordenó nada más conocerse el
alcance de últimos los atentados en Francia, Túnez, Kuwait y
Somalia. El despliegue se produjo en cuestión de horas y los
agentes ya estaban operativos en sus nuevos destinos en la
mañana del pasado lunes.
Los policías que combaten el
terrorismo de ETA y Resistencia Galega, así como los que
realizan seguimientos e infiltraciones entre grupos
extremistas, se han incorporado a las Brigadas de
Información, con un claro objetivo: aportar su experiencia
en anti-terrorismo a la lucha contra el yihadismo en España.
Las unidades más reforzadas han
sido las de Madrid, Barcelona, Ceuta y Melilla. En estas
cuatro ciudades la actividad de los grupos islamistas es más
elevada debido al fuerte nivel de reclutamiento. Son puntos
donde hay más riesgo de activación de células y atentados.
Control de aglomeraciones
y seguimiento a fichados
Las instrucciones que acaban de
recibir los agentes se centran en dos líneas de trabajo. La
vigilancia de instalaciones críticas, así como de lugares en
donde se produzcan grandes aglomeraciones de personas. La
Policía Nacional ha desplegado operativos especiales en
puertos, aeropuertos, estaciones de tren y autobuses.
También se ha reforzado la presencia de agentes en edificios
públicos y en infraestructuras sensibles. En esta ocasión
también se prestará especial atención a la protección de
centros comerciales, eventos deportivos, conciertos y
festivales de música donde se concentren muchas personas.
Otra línea de trabajo es la
previsión de posibles atentados. Para ello, se han puesto en
marcha dispositivos de mayor seguimiento de células
yihadistas ya fichadas. En Ceuta, Melilla y Barcelona hay
personas muy próximas a los grupos vinculados al ISIS
detenidos en los primeros meses del año que están siendo
controladas por los servicios de Información.
Se trata de activistas
pertenecientes a redes de captación y grupos con hilo
directo con Siria. Si alguno de ellos recibe algún mensaje
que permita sospechar que se ha ordenado un atentado, o se
transmita a los jóvenes que están reclutando, se ordenará su
inmediata detención.
Todos los confidentes han
sido activados
Los servicios de información han
activado, además, a todos sus confidentes y colaboradores en
materia de terrorismo islamista. Se ha seguido un protocolo
similar al que se desplegó en nuestro país los días
posteriores al asalto protagonizado por dos radicales contra
el semanario francés Charlie Hebdo.
Según fuentes consultadas por
todos los informantes con los que trabaja el cuerpo están
siendo localizados a través de sus contactos de los
servicios de información. Se busca conocer de primera mano
cómo han sido recibidos los atentados en las comunidades y
mezquitas donde se sospecha que se puedan camuflar miembros
de células yihadistas ‘durmientes’.
Se trata de una de las medidas que
Interior ha incluido dentro de las actuaciones a poner en
marcha con la activación del nivel cuatro de alerta:
“Actualizar el catálogo de activos y reforzar sus
dispositivos específicos de protección y seguridad”.
Elevar el nivel al máximo
El Ministerio del Interior
decidirá si elevar la alerta al nivel máximo, el 5,
dependiendo de lo que se obtenga de esos contactos con los
confidentes habituales en materia de islamismo. En caso de
recibir indicios medianamente fundados, insisten las fuentes
consultadas, se procedería a la detención de los grupos
sospechosos que tengan algún plan en fase de ejecución.
Extremo que no se descarta en este momento.
En caso de que las
investigaciones no reflejen ningún peligro real o latente,
la alerta será rebajada de nuevo al nivel 3 en los próximos
días.
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