Me gustaría comenzar este artículo con una reflexión
persona. Todos sabemos que tras las últimas elecciones a la
Ciudad Autónoma de Ceuta, son muchos los políticos que
cambian de ubicación física por los nuevos nombramientos.
También a la llegada de los nuevos gerentes de empresas
municipales y directores generales, solo tienen que
reubicarse en aquellos despachos que sus antecesores
dejaron. Pero que sucede con los gestores, asesores,
secretarios, asesor del gestor, asesor del asesor,
secretario del gestor, etc. etc.…. Estos personajes de la
política comienzan a la caza del despacho para dar sensación
de importancia. Que no sirva este despropósito político para
desplazar de sus puestos de trabajo a los verdaderos
profesionales de la administración de Ceuta, ya sea en la
Ciudad Autónoma de Ceuta o en cualquier empresa municipal
dependiente de ella, seria muy mal comienzo utilizar esa
pequeña parcela de poder, para desubicar a los profesionales
de la administración local que cumplen diariamente con su
trabajo, a pesar de que en muchas ocasiones se vean
infravalorados por el político de turno.
La gravedad reside en que puede
desaparecer una opción, un partido, como referencia de una
parte de la sociedad de Ceuta, tras las elecciones a la
Ciudad Autónoma de Ceuta, lo que impulsaría la radicalizad
del frente. Más vale tarde que nunca. Lo más urgente es que
seamos capaces de recuperar la verdad de lo que ha sucedido
y está sucediendo en Ceuta en estos momentos.
Le Partido Popular de Ceuta tiene
un problema de comunicación, de marketing. Lo que sucede en
la sociedad Ceuta es que hay un problema de falta de
diagnóstico, de déficit de comprensión de la naturaleza del
adversario que tenemos delante de nosotros, y que nos ha
conducido a un déficit de proyecto político propio, de
valores y de convicciones propias. No pensemos tanto en cómo
podemos cambiar a los demás partidos políticos, porque ya no
lo podemos hacer, sino en cómo cambiar nosotros. La gravedad
no solo radica en el hecho de que tenemos una mayoría muy
justa. La gravedad reside en que puede desaparecer una
opción, un partido, como referencia de una parte de la
sociedad de nuestra ciudad.
Más vale tarde que nunca. Lo más
urgente es que seamos capaces de recuperar la verdad de lo
que ha sucedido y está sucediendo en Ceuta en estos
momentos. Hay que ser capaz de cambiar las políticas
ejecutadas en el pasado, tiene que ser capaz el nuevo
Gobierno de nuestra ciudad, de dar un cambio radical a la
hora de hacer política, buscando más el beneficio del
ciudadano, olvidándose de aquellos proyectos impopulares y
de gran gasto económico de los recursos de Ceuta.
Hay que comenzar utilizando
las nuevas reglas políticas que nos marcan las leyes
Españolas, buscando en todo momento el dialogo con todas las
formaciones políticas, con las asociaciones y organizaciones
que representan a los ciudadanos, pisar la calle y preguntar
al ciudadano directamente. Se tiene que buscar la
transparencia en lo público, la igualdad de oportunidades,
la búsqueda de los mejores servicios al mejor precio, se
debe trabajar por la eficacia en gestionar lo público de la
mejor manera para el beneficio del ciudadano.
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