PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura
Melilla

Opinión
Archivo
  

 

 

OPINIÓN - MARTES,30 DE JUNIO DE 2015

 

OPINIÓN / SNIPER

Yihaterrorismo: intoxicación en Ramadán
 


José Luis Navazo
yebala07@yahoo.es

 

Mientras semanarios como MarocHebdo (nº 1124, de 26 de junio) destacan y venden en portada, junto a una foto de Mohamed VI en Libreville el pasado 8 de junio, la “Estabilidad, credibilidad, apertura... activos que hacen del Reino un espacio atractivo para la inversión extranjera”, la necesidad de liquidez de Marruecos es por lo demás perentoria, la práctica totalidad de la prensa escrita, tanto arabófona como francófona, denuncia “en pleno mes sagrado de Ramadán” (sic) la doble y grave amenaza que acecha a los marroquíes, pues si en algunos casos la venta de productos alimenticios en mal estado está sirviendo para desviar fondos a la hidra yihaterr orista (EI o DAESH en árabe incluido), en general su consumo supone un serio riesgo para la salud. L´Economiste, Liberation, Aujourd´hui... lo denuncian en sus páginas, mientras que al menos dos semanarios dedican sus portadas al asunto: L´Observateur du Maroc et d´Afrique (nº 313, de 26 de junio) es más que ilustrativo (“Bombas en vuestros platos”), mientras que Le Reporter (nº 786, de 25 de junio) es explícito, “Envenenar al pueblo en nombre del Islam”.

En cuanto a la hidra del yihaterrorismo (también llamado terrorismo yihadista, islamista o global) en Marruecos, destaca estos días el desmantelamiento, por la Oficina Central de Investigaciones Judiciales (BCIJ) y la Dirección General de Vigilancia del Territorio (DGST), de una importante empresa de alimentación en Fez (“Alouani Andalous”), con filiales y reparto en Marrakech, Tánger, Ujda, Ouarzazate y Alhucemas, especializada en desviar fondos con destino al “califato” del Estado Islámico (EI) y, eventualmente, a células locales. Además de interceptar más de 130 toneladas de alimentos en dudoso o mal estado de conservación (zumos, chocolate, confituras, conservas...) en un brillante operativo policial desarrollado el pasado 15 de junio, se ha logrado detener a su desalmado responsable, el extremista Saïd Alouani, quien además se dedicaría a captar potenciales terroristas y enviarlos a combatir en las filas del Estado Islámico (EI). Una peculiar versión de “terrorismo alimentario”. Algo “Inquietante” en palabras de Ahmed Bentouhami, Director General de la ONSSA, organismo creado en 2010.

Y esto es solo la punta del iceberg. El pasado año 2014, las autoridades han retirado y destruido 1076 toneladas de productos alimentarios en mal estado, inspeccionando 47.646 puntos de venta, establecimientos agroalimentarios y lugares de restauración. Por otro lado y solo en la primera semana de Ramadán, las brigadas móviles de la Oficina Nacional de Seguridad Sanitaria de Productos Alimenticios (ONSSA), dependientes del ministerio de gricultura y Pesca Marítima, han doblado la vigilancia, incautando en 1473 controles a lo largo del país 616 toneladas de productos perecederos en mal estado, controlando además otras 78.868 toneladas de productos de origen vegetal y animal importados, en un sector (el de la distribución de alimentos) en el que impera la ley de la selva.

Existe también otro servicio paralelo a la ONSSA, el Servicio Local de Control de Productos Vegetales (SCPV).

En Marruecos, la normativa relativa a la seguridad sanitaria de productos alimentarios se desarrolla en el dahir (ley) nº28-07, de 2010.

La sociedad civil por su parte, organizada en el Fórum Marroquí de Consumidores (FOMAC), la Asociación de Protección del Consumidor (UNICONSO) y la Federación Marroquí de Derechos del Consumidor (FMDC), han instado a las autoridades a realizar controles exhaustivos durante todo el año, pues lamentablemente no son raros los casos de intoxicación entre la población. Solo en Casablanca, pulmón y capital económica del país, se estima que una buena parte de la carne que se vende al consumidor a lo largo del año carece de control sanitario, decomisándose estos días 19 toneladas de pescado congelado en mal estado. En Marruecos todavía se recuerda a las víctimas de 1959, tres años después de la Independencia, una intoxicación masiva por productos alimenticios que causó 200.000 víctimas. Y por cierto..., ¿se acuerdan ustedes en España “del bichito”...?; ¿del oscuro asunto del aceite de colza? Porque la cosa aun colea...

Finalmente y en lo que respecta al “empozoñamiento del pueblo en nombre del Islam”... permítanme que vaya un poco más allá pues el “envenenamiento” sería no solo alimenticio, si no también ideológico... Si “Islam” es religión, “islámico” es la cultura o hecho civilizacional, mientras que “islamismo” sería una ideología política. El terrorismo anexo sería “yihadista” o en último término “islamista”, pero en ningún modo y en teoría “islámico”, la ortopraxis es otra cosa... Los términos son importantes, pues acotan el eje discursivo y, en lo referente al elaborado discurso yihaterrorista, una contramedida importante, junto a la policial y militar, sería deconstruir el mismo con un potente y resolutivo discurso histórico, filosófico y teológico. Y partiendo, desde luego, de la propia “Umma” o comunidad musulmana. No hay mejor palo que el de la misma madera.

Si en su componente más banal la religión es el opio del pueblo (Marx dixit), el terrorismo religioso (en este caso y fundamentalmente el islamista) sería una de sus mayores perversiones. No en vano las primeras víctima del yihaterrorismo son los propios musulmanes... luego vamos los demás. El Islam está inmerso en una fraticida espiral de sangre, en una cruelísima guerra civil que nos alcanza directamente.

Haya Salud.

Visto.

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto