El Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento (SEIS) se
enfrentó ayer al primer incendio forestal de la temporada de
verano. Un fuego de dimensiones considerables, 4.000 metros
cuadrados, y al que fue difícil acceder por el lugar en el
que se encontraba, pero que se logró extinguir en algo menos
de tres horas.
El foco se originó cerca del perímetro fronterizo, en la
conocida como curva de las viudas, pasada la cárcel nueva.
Los bomberos recibieron la alerta a las 19.30 horas, momento
en el que salieron hacia García Aldave tres dotaciones con
nueve efectivos. Al llegar al lugar, se encontraron con que
estaba en una zona de difícil acceso entre la carretera y el
perímetro fronterizo. De ahí la dificultad de poder atacar
las llamas.
Los bomberos se valieron de 30 mangas de 25 milímetros para
extinguir el fuego. En total se utilizaron 30.000 litros de
agua, cuatro cubas, hasta que se logró extinguir las llamas
y refrescar la zona para evitar que prendiera de nuevo a lo
largo de la noche. Finalmente, a las 22.30 horas, las
dotaciones volvían al Parque de Bomberos tras tres horas de
intenso trabajo.
Este se trata del primer incendio que se ha producido en
zona forestal este año. Aunque sus dimensiones han sido
grandes (4.000 metros cuadrados) no ha supuesto el peligro
del que se produjo el año pasado en julio y que arrasó gran
parte de García Aldave. El origen es desconocido pero se
investigará que ha ocurrido.
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