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OPINIÓN - VIERNES, 26 DE JUNIO DE 2015

 
OPINIÓN / EDITORIAL

Solo bastaba con decir la verdad. Sin ambages

La publicación por parte de ‘El Pueblo’ del listado OFICIAL de adjudicatarios de las 317 viviendas protegidas de la promoción pública de Loma Colmenar, tuvo ayer un impacto brutal e inesperado en la Administración Local. Tanto es así que el presidente Vivas anuló toda su agenda, creó un gabinete de crisis, se cerraron al público las oficinas de Emvicesa y la consejera Susana Román se vio obligada a comparecer ante los medios de comunicación. No era lo que pretendíamos. Solo buscábamos cumplir con nuestra obligación de informar sobre una cuestión tremendamente importante para muchos ceutíes.

Nadie esperaba esa reacción del Gobierno de la Ciudad, y las manifestaciones realizadas por Román, más que aclarar y calmar la situación, la agravó infinitamente más. Y eso que el Gobierno lo tenía fácil. Solo bastaba con decir la verdad. Sin dobleces. Sin ambages. Bastaba contar que el listado existía, que era oficial, que ya se había llamado a unos 100 adjudicatarios para firmar los contratos y para hacerles entrega de las llaves, dejando claro que lamentaban mucho que se hubiera filtrado la información antes de lo deseado y que se investigaría como había podido suceder. Punto y final.

Pero no. El Gobierno optó ayer por mantener una postura incomprensible y políticamente indefendible, basada en incorrecciones, medias verdades e insinuaciones. Román prefirió, por un lado, centrar todas las dudas, que ella sola creó, en el eslabón más débil, Antonio Lopéz, del que ya se conocía que no continuaría formando parte del Gobierno. Y otro lado, poner en duda la veracidad de la información publicada por ‘El Pueblo’, defendiendo que la lista publicada no era oficial “ni ha sido sometida a ningún procedimiento legal en Emvicesa: no es formal ni reglada ni ordenada y para nosotros no existe”, ya que, según ella, no había pasado “ni por el Consejo de Administración ni por la Comisión Local de la Vivienda”.

En este sentido, lo afirmado por Román nos obliga aclarar que ella conocía perfectamente la existencia del listado de adjudicatarios y que incluso, estaban ya redactados, firmados y sellados por parte de Emvicesa los 317 contratos de adjudicación de acuerdo con el listado publicado ayer, además de los boletines de luz y agua. Que, además, dicho listado no tiene que pasar por el Consejo de Administración, ya que las viviendas son titularidad de la Ciudad Autónoma y no de la sociedad. Ni tampoco tiene que ser aprobado por la Comisión Local de la Vivienda, cuya principal función es acordar y aprobar los distintos criterios y cupos de adjudicación, cosa que ya hizo hace meses. De hecho, en ninguna de las últimas promociones entregadas (las 225 y las 170 viviendas ambas en Loma Colmenar) el listado de adjudicatarios fue aprobado ni por la Comisión Local de la Vivienda ni por el Consejo de Administración.

El procedimiento es sencillo: la Comisión Local de la Vivienda acuerda los cupos de adjudicación, los técnicos de Emvicesa seleccionan a los adjudicatarios de acuerdo con los criterios legales establecidos y aprobados en la citada Comisión, se firman los contratos y se entregan las viviendas, pudiendo entonces la Comisión, y no antes, impugnar las adjudicaciones que estimara conveniente. A no ser que la Comisión Local de la Vivienda, formada por políticos, tanto del Gobierno como de la oposición, pretenda modificar el listado confeccionado por los técnicos de la empresa municipal. Algo que sería muy dificil de explicar.

Seguramente sin quererlo, Susana Román emuló ayer a Jack Nicholson en la película ‘Algunos hombres buenos’, cuando afirmó que el listado “para nosotros no existe”, asegurando a continuación que ella dio la orden “de no llamar a nadie”. Lástima que en la rueda de prensa nadie quisiera desempeñar el papel de Tom Cruise, e interrogara a la consejera para que explicara como, si el listado no existía, dio la orden de no llamar a nadie. ¿A quién iban a llamar entonces?.
 

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