La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría,
fue la encargada de tomar la palabra para cerrar el acto de
toma de posesión del nuevo delegado del Gobierno en Ceuta, y
lo hizo dejando a un lado el institucionalismo. Cómo no
podía ser de otra manera, la vicepresidenta del Gobierno
tuvo un emotivo recuerdo hacia Francisco Antonio González
Pérez y su familia, resaltando la “pasión, dedicación, y el
trabajo” que González Pérez le dedicaba a su labor, de quien
aseguró haber aprendido mucho “de deporte y también de
política”.
Sáenz de Santamaría ha asegurado durante su participación
que “Paco Antonio era muy querido y un símbolo para todos, y
siempre ha sido un colaborador leal, un trabajador
incansable, con un carácter fabuloso, llevando la pasión a
todo lo que hacía y un defensor a ultranza de Ceuta”.
Centrada en la toma de posesión de Fernández Cucurull, la
vicepresidenta del Gobierno resaltaba a los presentes que
“ser delegado del Gobierno es simplemente poner el oído y el
corazón del Gobierno de España en todas y cada una de las
comunidades autónomas. Es saber conectar con la gente y
saber transmitir inmediatamente esos problemas y esas
necesidades”.
Sáenz de Santamaría resaltaba los encantos de Ceuta, con sus
dificultades y sus necesidades, pero “con una sociedad que
se hace fuerte en la distancia, que hace que todos los
españoles la sintamos cada vez más cercana”.
Para finalizar, la vicepresidenta del Gobierno destacaba a
los dirigentes políticos de la ciudad que tienen la tarea
más importante que cualquier político del resto del país,
que no es otra que “desde aquí se sienta siempre el aliento,
el cariño y el apoyo del resto de los españoles”.
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