A las 14.00 horas, minutos después de que Juan Vivas fuera
investido por quinta vez consecutiva presidente de la Ciudad
Autónoma de Ceuta, tomaba posesión como nuevo delegado del
Gobierno en Ceuta, Nicolás Fernández Cucurull, y lo hacía
ante la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de
Santamaría, las máximas autoridades civiles y militares de
la ciudad así como de un gran número de personalidades.
El acto daba comienzo con la lectura, por parte del
secretario general de la Delegación del Gobierno, José Juan
Espartero, del Real Decreto por el cual se nombraba a
Nicolás Fernández Cucurull como nuevo delegado del Gobierno
en Ceuta, sucediendo en el cargo al tristemente fallecido
tras una larga enfermedad, Francisco Antonio González Pérez.
A continuación el nuevo delegado del Gobierno procedía a
jurar su cargo ante la Constitución, produciéndose la única
anécdota destacable, ya que tuvo que ser la vicepresidenta
del Gobierno, Sáenz de Santamaría, al olvidarse el documento
con la fórmula del juramento, la que tuvo que ir
pronunciando la misma para que Fernández Cucurull la fuera
repitiendo y así tomar posesión oficial de su nuevo cargo,
jurando cumplir leal y fielmente sus obligaciones como
delegado del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Ceuta, así
como cumplir y hacer cumplir la ley, la Constitución y el
resto del ordenamiento jurídico.
Seguidamente, el ya nuevo delegado del Gobierno en Ceuta
tomaba la palabra y se dirigía a los presentes, comenzando
su intervención con un sentido recuerdo hacia su antecesor,
Francisco Antonio González Pérez, para continuar diciendo
que “la vida sigue y los que aquí estamos debemos recoger el
testigo y cerrar filas”.
Fernández Cucurull agradecía tanto al presidente de la
Ciudad Autónoma, por elevar la propuesta de su designación
al Gobierno de Nación, como al presidente del Gobierno de
España, Mariano Rajoy, la confianza depositada en él,
comprometiéndose a corresponder a esa confianza con “el
mayor esfuerzo, entrega y dedicación”.
El nuevo delegado del Gobierno, quien lleva 27 años dedicado
a la vida pública, a veces con responsabilidades
administrativas y otras veces políticas, reconocía ante los
presentes que los actuales “no son buenos tiempos para el
servicio público”, al resaltar que “las conductas
inaceptables de algunos ha extendido una mancha de sospecha
y desconfianza sobre todos en una buena parte de la sociedad
española”. Pese a ello, Fernández Cucurull aseguraba que no
se ha arrepentido nunca de haber optado voluntariamente por
el servicio público, realizando un breve repaso a su
trayectoria profesional y haciendo mención a Procesa, una
sociedad pública que veía la luz de la mano del hoy delegado
del Gobierno y del actual presidente de la Ciudad Autónoma
con el fin de buscar el desarrollo económico y social de
Ceuta, y donde aseguró haber aprendido el verdadero
significado de la entrega y dedicación a lo público, una
enseñanza que tal y como manifestó ante los presentes
Fernández Cucurull, le ha ayudado “en todas las
responsabilidades, tanto políticas como de gestión, que he
desempeñado desde entonces”.
“Dedicarse a servir a las personas es una tarea difícil y
exigente que requiere muchas cualidades” entre las que
destacó “la dignidad y la inteligencia”, además de mostrarse
esperanzado y deseoso de “estar a la altura del desafío que
el desempeño del cargo de delegado del Gobierno en Ceuta
supone”.
Consciente de que ha accedido al cargo a falta de pocos
meses para que concluya la legislatura y por consiguiente
con la mayor parte de las actuaciones previstas por el
Gobierno de la Nación para la ciudad ejecutadas, proyectadas
o incluso en ejecución, Fernández Cucurull ha avanzado que
su labor principal será la de continuar el trabajo de su
predecesor, y es por ello que aseguró la necesidad de contar
con la “asistencia, el apoyo y la colaboración” del equipo
de González Pérez.
Esta petición de ayuda y colaboración, el nuevo delegado del
Gobierno la hizo extensible a todo el personal al servicio
de la Administración General del Estado en Ceuta, incluida
la Autoridad Portuaria, el Poder Judicial, las Fuerzas y
Cuerpos de Seguridad del Estado, las Fuerzas Armadas,
interlocutores políticos y sociales, parlamentarios
nacionales, partidos políticos, organizaciones
empresariales, sindicatos, asociaciones de vecinos, ONG’s
así como también a los medios de comunicación.
Igualmente, durante su intervención, el nuevo delegado del
Gobierno tuvo una mención especial para la colaboración con
la Ciudad Autónoma de Ceuta, resaltando que “la relación
entre ambas instituciones, Ciudad y Delegación, estará
basada en la autonomía competencial de cada una de ellas,
sin interferencias en las tomas de decisiones, pero al mismo
tiempo en la plena, leal y absoluta colaboración y
cooperación, porque lo que se espera de nosotros es que
acertemos a resolver los problemas de los ciudadanos, con
independencia de quien sea el titular de las competencias”.
Fernández Cucurull reconoció que Ceuta “no es una ciudad
fácil”, una cuestión que para el nuevo delegado del Gobierno
provoca que los responsables políticos “tengamos
obligatoriamente a actuar con suma prudencia y sensibilidad,
y recordarnos a nosotros mismos cada día, que estamos para
resolver problemas y no para crearlos”.
En este sentido, Fernández Cucurull afirmaba con claridad y
rotundidad que la Delegación del Gobierno en Ceuta “seguirá
siendo una casa de puertas abiertas, donde todos los ceutíes
de cualquier condición podrán exponer, abiertamente, sus
problemas”, pese a reconocer que no siempre estos problemas
se podrán solucionar, ya que recordó que “tan sólo somos
personas con vocación de servicio público, sin varitas
mágicas”, aunque garantizó que “nunca se dejará de intentar
solucionar ningún problema”, a la vez que recordaba a la
ciudadanía que la Constitución y las leyes “garantizan
nuestros derechos, pero también recogen nuestras
obligaciones. Y es responsabilidad de esta institución
garantizar lo primero y exigir lo segundo”.
Igualmente, Fernández Cucurull quiso lanzar una advertencia,
y aseguró que le “desagradan profundamente los que tratan de
sacar provecho propio de cualquier circunstancia” y fue
precisamente a este tipo de personas a las que se dirigió
para decirles que “no pierdan el tiempo con migo y no me lo
hagan perder a mi”.
En cuanto a los objetivos, el nuevo delegado del Gobierno
resaltaba ante los presentes que existe un consenso
generalizado en Ceuta en señalar al paro como uno de los
principales, sino el principal, problema de Ceuta, y quiso
aprovechar su intervención para afirmar con rotundidad que
el Gobierno de España “ha estado, está y estará
comprometido, tanto con la puesta en marcha de remedios
paliativos como con la búsqueda de soluciones efectivas que
permitan la creación de puestos de trabajo en el Sector
Privado”, y sobre esa labor, Fernández Cucurull aseguró que
la Delegación del Gobierno continuará “hombro con hombro”
con la Ciudad Autónoma y con todos los interlocutores
sociales, y pese a insistir en que no existen soluciones
mágicas, si recordaba que el Gobierno de España “cree
firmemente que la creación de empleo es la principal
política social”.
Junto a los desafíos que plantea los objetivos de desarrollo
económico y creación de empleo, Fernández Cucurull resaltaba
que deben figurar en primer plano “los relativos a las
competencias en Educación, Sanidad y Seguridad”, destacando
que en todos ellos se continuará tratando de “impulsar
mejoras, recabando la opinión de todas las partes implicadas
y construyendo consensos sobre la base de los principios que
conforman la actuación del Gobierno de España, procurando
que la firmeza no sea incompatible con la flexibilidad”.
Poco antes de concluir, aseguró tener constancia que para el
Gobierno de España, “Ceuta es una prioridad absoluta”, algo
que Fernández Cucurull aseguraba que se ha venido
“demostrando con creces en estos últimos años” con apoyo
económico y financiero para que la ciudad pudiera hacer
frente a sus acuciantes problemas y que lo seguirá haciendo,
pero recordó que el Gobierno “no está en posesión absoluta
de la verdad” y que por consiguiente serían bienvenidas
cuantas propuestas ˝factibles y realistas puedan ayudar al
desarrollo de Ceuta”.
Finalmente, el nuevo delegado del Gobierno resaltaba que en
estos tiempos “es especialmente importante el compromiso de
todos y cada uno de nosotros. Lo que sea la sociedad
española y la ceutí como parte inseparable de ella, depende
de las decisiones individuales de las personas que las
conforman y cada uno en nuestro ámbito de responsabilidad,
grande o pequeño, tenemos que combatir las conductas
inapropiadas y los comportamientos inaceptables y dar
ejemplo de honradez, equilibrio, moderación, responsabilidad
y patriotismo”.
Fernández Cucurull se comprometió a transmitir desde la
Delegación del Gobierno “ilusión y confianza” en el futuro.
Para concluir, Fernández Cucurull tuvo dos agradecimientos,
una disculpa y una petición. Los agradecimientos fueron para
su mujer, Soledad, por apoyarle una vez más en su regreso a
la política activa, y también a la vicepresidenta del
Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, por hacer un hueco en
su apretada agenda y acudir a su toma de posesión. La
disculpa fue a sus compañeros de Procesa, por haberles
abandonado por segunda vez. Y la petición a sus amigos más
cercanos para que no le permitan en ningún momento perder
contacto con la realidad.
Finalmente, Fernández Cucurull aseguró que en la Delegación
del Gobierno, “a pesar del cambio de inquilino, seguirá
presente el espíritu de lucha y la determinación para
afrontar las adversidades de su anterior titular, y todo
ello con el propósito y el objetivo de lograr una Ceuta
mejor, en una España mejor”.
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