Ya se lo advertía el sábado y esto
es un axioma: la Guerra del Rif (1921-1927) no ha acabado...
Ni para Rabat, que todos los años celebra su presunta
victoria en Annual (hay que ser caraduras, el Sultán estaba
al lado de España y Francia), ni tampoco para los legítimos
autores de la gran derrota de las tropas del general
Silvestre, las harkas rifeñas dirigidas con mano de hierro
por Mohamed ben Abd-El-Krim El Jatabi.
¿Y qué tienen que ver en junio de 2015 el rey Felipe VI y la
vicepresidenta y portavoz del Gobierno, Soraya Sáenz de
Santamaría? Pues bastante, al igual que el titular de
Exteriores, Margallo.
Lean, reflexionen y concluyan.
En el largo y cruento conflicto que envolvió al Majzén y los
españoles por un lado y a los insurgentes rifeños por otro,
tras el Desastre de Annual (julio-agosto de 1921) el mando
español decidió el empleo puntal de la guerra química contra
los efectivos de la independentista República del Rif,
utilizando al efecto obuses de artillería y sobre todo
bombas lanzadas por la aviación.
Coincidiendo y ya es causalidad (sí, no me equivoco de
término) con la subida al trono alauí del joven soberano
Mohamed VI en julio de 1999, un ubicuo personaje, Ilyas El
Omari, financia al mismo tiempo una Asociación para la
Defensa de las Víctimas de la Guerra del Gas Químico en el
Rif, tal cual. Si bien y oficialmente, es decir con la mano
derecha, los sucesivos gobiernos marroquíes se desentienden
de la misma, con la mano izquierda y bajo cobertura de los
hiperactivos y siempre oportunos servicios marroquíes, la
asociación y los diferentes entramados que se van montando
al efecto en estos años son inteligentemente utilizados en
el conflicto de baja intensidad (CBI) que, tradicionalmente,
ha enfrentado a España y Marruecos hasta llegar al momento
actual en el que, la asunción de problemas y peligros
comunes (emigración subsahariana y terrorismo islamista
entre otros) ha obligado a los dos países vecinos, la
geografía no puede cambiarse, a variar al menos formalmente
el paso y arrostrar unidos, al menos por el momento,
factores que podrían desestabilizarlos, si bien más a uno
que al otro.
En este nuevo contexto, el pasado 7 de febrero en Nador
(noreste de Marruecos, a 9 kms. de Melilla) el actual
presidente del colectivo de afectados, Rachid Raha, prepara
en nombre de varias ONGs bereberes sendas cartas al
presidente francés, Francois Hollande y al Rey de España,
Felipe VI, misiva que por su interés reproduzco. Hollande ya
acusó recibo, mientras que el soberano español remite la
carta al titular de Exteriores, José Manuel García-Margallo.
Carta a Felipe VI
“Nos dirigimos pidiéndole que intervenga a una solución
amistosa de la cuestión de la guerra química contra el gran
Rif. Archivos y muchos estudios historiadores afirman, sin
rodeos, la responsabilidad de España en el uso de armas
químicas de destrucción masiva, por lo demás prohibidas por
el Derecho Internacional, incluyendo, en particular, contra
la población civil en el Rif durante la guerra de liberación
del presidente Mohamed Abdelkrim El Khattabi, entre 1921 y
1927.
La guerra química española contra el Gran Rif no es sólo una
violación de las reglas más básicas del Derecho de la
Guerra, sino que además y más importante aún, los herederos
de las víctimas de ayer siguen sufriendo hoy. De hecho,
muchos estudios genéticos de expertos de alto nivel muestran
y hablan de efectos mutagénicos y cancerígenos de las armas
utilizadas: gas mostaza, fosgeno y cloropicrina. Hoy en día,
casi el 80% de los pacientes que acuden a los hospitales en
Rabat para el tratamiento de los casos de cáncer, son
oriundos del Rif. Esta región del norte de Marruecos sigue
siendo marginada, sin hospitales especializados o
infraestructura y otros recursos para el beneficio de la
población local. ¿Hace falta recordar la responsabilidad
directa de su padre el rey Alfonso XIII (Nota: al escribir
esta carta todavía era rey Juan Carlos I) en la decisión de
utilizar las armas químicas? Queremos creer que usted no
puede permanecer indiferente ante la injusticia, la
violación de los derechos más básicos y daños a civiles
indefensos.
Otros pueblos han recibido compensación por los crímenes
cometidos por el colonialismo; ha llegado el momento de que
los rifeños reciban compensaciones por los crímenes
cometidos contra ellos.
Asimismo, le pedimos que su autoridad moral y política sea
referente para reconocer oficialmente las responsabilidades
del Estado español por las acciones militares contra la
población civil rifeña durante los años 1921-1927. España
debe participar en la organización de actos de
reconciliación y solidaridad con las víctimas, sus
descendientes y la sociedad del Rif, como una forma de
expresión de disculpa por parte del Estado español. Debe
facilitarse el trabajo de investigación de los historiadores
y todos aquellos que deseen conocer los hechos históricos a
través de los archivos militares y revisarse las
anotaciones, referencias y capítulos sobre las campañas
militares por parte del Estado español que ocultan el uso de
armas químicas y / o son dilatorias en la verdad histórica.
Apoyar las asociaciones culturales y científicas españolas y
marroquíes dedicadas al trabajo de investigación de los
efectos de la utilización de armas químicas en el Rif.
Establecer la compensación económica de carácter individual
que puede ser reclamada por daños y perjuicios. Ayudar a
reparar el daño colectivo y la compensación de la deuda
histórica con hospitales, dotando en particular a los de
Nador y Alhucemas con unidades médicas especializadas en el
tratamiento oncológico que contribuyen a la reducción de los
altos porcentajes de enfermedades cancerígenas en el Rif”.
(CONT.)
Mañana seguimos. Porque la demagogia marroquí tiene tela...
y entretela. Desde 2001 lo vengo advirtiendo en diferentes
medios de comunicación, una y otra vez, inasequible al
desaliento.
Haya salud. Visto.
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