Desde mañana será el nuevo
delegado del Gobierno en Ceuta. Particularmente, me alegro,
en primer lugar porque se trata de un hombre con formación y
sin hambre de cargos, pero que en todas las partes donde ha
estado supo cumplir como los mejores.
El nombre de Nicolás Fernández estaba en todas las
quinielas, pero hasta que el Consejo de Ministros no dio su
nombre, nadie quería hacerse a la idea de que sería él,
definitivamente, el nombrado. Al final, cuando tuvo que
llegar la hora llegó y Ceuta, desde mañana, podrá presumir
de tener como representante principal del Gobierno de la
Nación, aquí, a un hombre honrado, muy bien formado, un
hombre cabal y que, en el tiempo que esté en el cargo se lo
va a poner muy complicado al que, un día, lo reemplace o a
aquellos que ostenten ese cargo más tarde.
Además, Fernández Cucurull no es un advenedizo, no es el
hombre que llegó ahí por estar mendigando un
“carguito”.Jamás le hemos oído reclamar nada y razones, más
que suficientes, ha tenido en los últimos cuatro años para
haber reclamado o para quejarse de no haber estado donde, en
su día, debiera haber estado. Ahora, y no me cabe la menor
duda, aunque un poco tarde, ha llegado a un cargo de
responsabilidad, para el que está preparado como el que
mejor.
La experiencia en el mundo de la política es grande para
Nicolás Fernández, con tres legislaturas consecutivas de
senador del PP por Ceuta y en esos años presidió la Comisión
de Presupuestos, lo que indica que éste no ha sido uno de
esos parlamentarios que estuvo ahí para apretar un simple
botón, a la hora de una votación.
Ahora, en Ceuta, va a ser la persona que trate de llevar a
cabo con éxito y lo conseguirá, todas aquellas parcelas que
dependan del Gobierno de la Nación.
Y no llega en el mejor momento, por cuanto la situación,
ahora mismo, no apunta a que sea el PP el que pueda
gobernar, en la próxima legislatura, con desahogo, ya
veremos. Además llega en el momento de más problemas por
aquello de la OPE, que cada año crea, cundo menos se espera,
el problema que no quisiera uno que llegara.
Sin embargo, su talante, su saber estar, en cada instante,
le llevarán a estar, cada día, en el lugar que le
corresponda estar y como no es hombre que busque
protagonismos de ningún tipo, los meses o los años que esté
en el cargo, Ceuta tendrá la seguridad que merece tener.
Llevaba casi cuatro años apartado de la primera línea de la
política. En el año2011 él hubiera preferido ser el
representante de Ceuta en el Congreso de los Diputados, en
vez de senador. En aquel instante se optó por otra persona y
él se fue a su casa, sin ningún comentario, sin ninguna
crítica, sin renegar de nadie y se incorporó a su puesto de
trabajo, como un verdadero profesional.
Jamás le ha oído nadie decir ni una sola palabra, desde
entonces, él tenía bastante con su trabajo y cuando el
negocio lo necesitara, estar en los negocios de su padre. Ni
mendigó, ni reclamó, ni pidió nada, esta fue su situación,
la de un verdadero caballero, de los pies a la cabeza. Y
podría haber dicho más cosas de las que esperáramos, pero
las personas de bien, y él lo es, hablan cuando tienen que
hablar y guardan silencios respetuosos cuando sus asuntos
personales a nadie deben interesar más que a uno mismo.
A partir de mañana, Nicolás Fernández Cucurull acrecentará
la lista de delegados del Gobierno en Ceuta, desde que se
reimplantó la democracia en nuestro país.
Ahora mismo, lo único que podemos decir a Nicolás Fernández
Cucurull es que le deseamos todo tipo de éxitos, porque sus
éxitos, también, lo serán de Ceuta.
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