Varios de los implicados en la
pelea del pasado viernes en un local de copas del Poblado
Marinero, en la que se vieron envueltos cinco agentes del
Cuerpo Nacional de Policía, prestaron ayer declaración en el
juzgado, ofreciendo versiones distintas de lo acontecido,
llegando a ser contradictorias según la parte implicada que
declarara. Pero no todos declararon ayer, esperando que sea
la próxima semana cuando el resto presten declaración.
En este sentido, hay que recordar
que los agentes de la UIP detenidos, que se encontraban
fuera de servicio, comenzaron a discutir con un grupo de
personas, cuando se encontraban todos ellos divirtiéndose en
los pub del Poblado Marinero. La discusión fue subiendo de
tono hasta llegar a las agresiones y comenzando a llover
golpes y botellazos por todo el local.
Ante la batalla campal que se
estaba produciendo y tras ser avisados de lo que estaba
ocurriendo en el interior del establecimiento, una unidad de
la Policía Nacional, que estaba patrullando por el Poblado
Marinero, tuvo que intervenir, viéndose obligados los
agentes a detener a los cinco compañeros envueltos en la
pelea. Los policías trataron de identificar a los
participantes y recabar información sobre lo que había
ocurrido en la reyerta, a la vez que trataban de calmar el
estado de agitación creciente.
Algunos de los policías nacionales
envueltos en la pelea resultaron heridos al recibir diversos
golpes y botellazos, debiendo acudir alguno de ellos al
Hospital Universitario para ser atendido de sus heridas.
El malestar en la Jefatura
Superior de Policía es evidente, ya que piensan que no se
trata de un comportamiento digno para unos policías, aunque
no estuvieran de servicio.
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