El nuevo comandante general de Ceuta, Javier Sancho Sifre,
reconocía ayer ante los medios que para él es “un gran
orgullo y una satisfacción” el asumir el mando de esta
Comandancia, precisamente porque es una de las plazas más
emblemáticas que tiene el Ejército de Tierra hoy en día.
Igualmente aseguró ser plenamente consciente de la
responsabilidad que asume, porque tal y como así lo
manifestaba ante los medios, “esta Comandancia está
compuesta por unidades que disponen de materiales muy
modernos pero a los que se les une también una tradición
centenaria, y además cuentan con historiales verdaderamente
brillantes, con lo cual eso también supone el asumir una
responsabilidad y un reto muy importante para mi”.
Los dos retos principales a los que se enfrenta el nuevo
comandante general, tal y como así lo aseguró, son, en el
plano personal el ganarse el respeto de los hombres y
mujeres que va a tener el “honor” de mandar, no simplemente
por la mera acción de mando debido al empleo que ostenta,
sino a través de un liderazgo basado en el ejemplo que le
permita ganar ese respeto. Y en el plano profesional, como
en cualquier unidad del Ejército hoy en día, el tratar de
conseguir el mayor nivel de operatividad posible y el mayor
nivel de preparación de las unidades con los recursos que
estén disponibles en cada momento, para estar siempre en
disposición de cumplir las misiones que el mando o el
Gobierno quiera asignar.
Conocedor de la integración que existe entre el Ejército y
la sociedad ceutí, el nuevo comandante general de Ceuta ha
reconocido que en el poco tiempo que lleva en la ciudad ha
podido apreciarlo y percibirlo, “la consideración que tienen
los ceutíes por su Ejército y por sus Fuerzas Armadas, lo
cual para mi es una satisfacción, porque si hay un aliciente
para un soldado, es el tener el reconocimiento de la
sociedad a la que sirve”.
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