Los Reyes han condecorado este viernes a 38 ciudadanos
anónimos de conducta ejemplar, por su compromiso solidario y
su afán de superación, como forma de conmemorar el primer
año de reinado con un llamamiento a construir España “desde
la afirmación de principios éticos y morales”.
Una de la condecoradas ha sido la maestra ceutí y presidenta
de Manos Unidas, Mercedes Canca, quien manifestó sentirse
“orgullosa”, al tiempo que señalaba que los Reyes se habían
mostrado muy cercanos.
En el Salón de Columnas del Palacio Real, el mismo lugar en
el que don Juan Carlos firmó su abdicación, Felipe VI
expresó su voluntad de que el principal mensaje del día en
que se cumple un año de su proclamación sea reconocer los
valores que representan los condecorados y “ensalzar la
ejemplaridad cívica” como “uno de los pilares” de la
convivencia entre españoles.
“Vosotros sois los que hacéis grande a España”, “hacéis de
España una gran nación”, insistió a sus invitados, un
conjunto heterogéneo de ciudadanos españoles -además de un
marroquí y un paraguayo- procedentes de las diecisiete
Comunidades y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, con
edades entre 30 y 82 años.
Trabajadores y empresarios, abogados, médicos, científicos,
ingenieros, arquitectos, académicos, agricultores y
ganaderos, cooperantes, inmigrantes y emigrantes, así como
un músico y un policía local, figuran en este grupo
representativo de “la realidad cotidiana de España”, en
palabras del Rey, que fue distinguido con condecoraciones de
la Orden del Mérito Civil.
De todos ellos, seleccionados a partir de los múltiples
contactos ciudadanos que los Reyes han mantenido durante el
primer año de reinado, ha destacado el “extraordinario”
ejemplo que ofrecen con “valores como el sacrificio y el
esfuerzo, el mérito y la excelencia, la honestidad, la
lealtad, el espíritu constructivo y de superación, la
solidaridad y la entrega”.
Con sus comportamientos como modelo, apeló así a la
responsabilidad de todos los representantes institucionales
de España: “Aspirar al respeto y merecer la confianza de los
ciudadanos es también -en todo tiempo- una obligación para
todas las autoridades públicas, sin buscar mayor premio que
la satisfacción del deber cumplido”.
“España no solo se construye desde el respeto y la defensa
de nuestros valores constitucionales, sino también desde la
afirmación de principios éticos y morales que inspiren
nuestras conductas; y con un marco de valores cívicos
compartidos que guíe nuestra convivencia democrática y
fortalezca nuestra concordia nacional”, proclamó el jefe del
Estado, acompañado por la Reina Letizia.
En una alocución en la que recordó que, entre otras razones,
España es “una gran nación” por su “enriquecedora diversidad
en territorios”, Felipe VI concluyó con un llamamiento a los
condecorados para que no renuncien a los ideales que les han
llevado a actuar frente a la injusticia, el dolor o el
sufrimiento y con los que ayudan a construir una sociedad
“más humana, justa y solidaria”.
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