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La línea editorial de este diario
ha sido todo lo clara que puede serlo en la crítica hacia
diversas decisiones adoptadas por el Ministerio de Educación
en Ceuta. Las decisiones, entre otras, de imponer un
calendario escolar o de reestructurar los Bachilleratos, en
contra de toda la comunidad educativa, han sido duramente
criticadas desde estas páginas. Tanto en el fondo como en la
forma. Sin embargo, en la última polémica suscitada por el
proceso de selección de los directores de los centros
públicos, la Junta de Personal ha desbarrado de forma
lamentable y ha quedado en evidencia. La pasada semana ya se
conocía que el responsable del CEIP Reina Sofía había sido
suspendido, y sin embargo, no hubo reacción alguna por parte
del órgano de representación de maestros y profesores. Han
tenido que esperar a que se hiciera público la calificación
otorgada a su presidente, Juan Luis Aróstegui, para montar
en cólera. Y lo han hecho sin dar un solo argumento que
apoye que estamos ante “un nuevo y rotundo golpe a la ya
deteriorada situación de la Educación en nuestra ciudad”.
¿Es qué dudan de la capacidad y la cualificación de los
posibles sustitutos a los que a ellos también representan?
¿Prevaricación ante la polarización de las calificaciones?
¿Solo de los que le han suspendido o también de aquellos que
le han calificado con un diez?
La Junta de Personal debería de haber solicitado la renuncia
de Aróstegui a su cargo de director, antes de denunciar el
proceso de selección. Solo así habría conseguido la
credibilidad necesaria, demostrando que se trata de defender
el interés general y no los intereses personales de su
presidente.
Pero la realidad es que Aróstegui no quiere irse del cargo
de director del IES Puertas del Campo sin dar guerra tras
más de 30 años al frente del centro, y va a utilizar todos
los mecanismos de poder que estén a su alcance. Esta visto
que eso de ‘abdicar’ no va con Aróstegui. Solo habrá que
esperar para comprobar si se cumple o no lo que Don Juan
Carlos le comentó recientemente a Felipe VI : “Qué pena no
haberlo hecho antes”.
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OPINIÓN / EDITORIAL
