Con la época estival llega el momento de ir a la playa o la
piscina, pero también el riesgo de que los ojos sufran las
consecuencias del cloro, del exceso de sol o de las
infecciones. Por ello, desde el Ingesa, el oftalmólogo del
Hospital Universitario, Alejandro Garin recomienda seguir
unas precauciones básicas que ayudarán a proteger los ojos.
Lo primero, señala este experto, es contar con unas gafas de
sol de calidad cuyo origen no sea desconocido. Lo ideal son
las gafas de óptica o de cualquier tienda fiable en la que
el consumidor sepa que la homologación de la Comunidad
Europea (CE) no está falsificada. Por ello, apunta, es
importante evitar mercadillos, puestos callejeros y
comercios cuyo origen de los productos sea desconocido.
En segundo lugar, y para quienes llevan lentillas, Garin
alerta de la importancia de un mantenimiento escrupuloso de
la mismas. Para ello, recomienda que el recipiente donde se
guardan sea cambiado una vez al mes. Y es que, aunque se
limpie, este oftalmólogo explica que quedan recovecos en los
que se mantiene la suciedad. Asimismo, añade, es importante
renovar los líquidos.
Este experto también advierte de que está “prohibido”
bañarse en las piscinas con lentillas. El ambiente húmedo,
explica, favorece la propagación de gérmenes que pueden
causar infección. En caso de que aparezca una infección o
una úlcera, Garin traslada que es importante acudir a un
médico y hacerlo cuanto antes porque el tiempo perdido puede
agravar el caso.
El peligro que tiene no tener un cuidado exquisito con las
lentillas, expone este oftalmólogo, es el de que aparezcan
accesos corneales que pueden dar problemas oculares muy
graves, hasta el punto que amenacen el ojo y la vista. “Una
úlcera hay que tomársela muy enserio y consultar un médico
porque en esos casos, el tiempo es oro”, recomienda así como
no utilizar colirios no prescritos.
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