No cabe duda alguna que en España
se ha producido un cambio histórico en los ayuntamientos,
dejando a un lado el sistema que emergió en la Transición,
basado en una alternancia de poder entre el PP y el PSOE.
Asistimos, pues, a un mapa político con serias dudas sobre
la estabilidad o la gobernabilidad en numerosos ayuntamiento
y CC. AA.
Las dudas sobre la estabilidad y la gobernabilidad de muchos
ayuntamientos y CC. AA, están basadas en que muchas de esas
alianzas, que han permitido proclamar alcaldes o presidentes
Autonómicos, se han realizado por un acuerdo entre fuerzas
muy distantes en sus planteamientos políticos y en sus
programas, para evitar que gobierne el Partido Popular, a
pesar de ser la fuerza política más votada.
La mayoría de esas alianzas, por no decir todas ellas, son
contra natura, como ha sido el escandaloso caso de Pamplona,
donde gobernará Bildu tras una alianza con el PNV, Podemos e
IU para, de esa forma, aislar a UPN. Alianza que sólo viene
a demostrar el oportunismo de quienes no aceptan la voluntad
del electorado y están dispuestos a llegar al poder a
cualquier precio. Increíble, pero cierto.
El notable retroceso de populares y socialistas, quizás esté
motivado, no sólo porque no hayan sido capaces de impulsar
la regeneración que la sociedad les exigía, sino porque
ambos siguen aferrados a las viejas maneras del clientelismo
que tanto crédito le han hecho perder a ambos partidos. Ante
ellos los mandas, de ambos partidos, debería enviar a unas
vacaciones indefinidas a los gurús, que se han quedados
viejos y obsoletos en sus asesoramientos. Ya lo dice la
canción “La vida cambia”.
Guste más, guste menos, o no guste nada el programa de
Podemos y sus diferentes plataformas, hay que reconocer su
importante avance electoral, que podemos calificar de
impresionante en las ciudades de más de 100.000 habitantes.
De hecho han sido los grandes triunfadores de las elecciones
en la que han integrado a su partido candidaturas populares,
donde van a gobernar en las más importantes ciudades
españolas, entre ellas Madrid, Barcelona y Zaragoza.
Para dispar las dudas de la estabilidad o gobernabilidad
donde Podemos haya prestado su alianza, hay que esperar a
ver qué pasa con la confianza que le han depositado, para
aplicar su programa radical, con promesas, como ofrecer de
forma gratuita la luz, el agua y otros servicios municipales
a las familias sin recursos, lo que va a implicar un fuerte
aumento del gasto público
Ante todo ello, no sólo pensando en cómo está Venezuela en
la actualidad, ruina total y la situación no muy halagüeña
que vive Grecia, sino en lo que ha dicho González
refiriéndose a Podemos sin nombrarlo, mientras se afanaba en
la defensa de las libertades, frente a la proclama
eurocomunista, sus camaradas se aliaban con los
simpatizantes españoles de Maduro, sus monaguillos al decir
de Felipe.
Siempre he considerado a Felipe González, y escrito está, un
buen presidente y un gran hombre de Estado. Así que, pido
con todas mis fuerzas, España no sea Venezuela.
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