La Fiscalía de Menores ha
recibido, en lo que va de año, dos denuncias por casos de
acoso escolar en Ceuta. Un problema que va creciendo en las
aulas pero que, sin embargo, raras veces llega a los
juzgados. ¿En qué estamos fallando? Esta es la pregunta que
nos deberíamos de hacer todos, no solo como padres, sino
también como sociedad: en qué estamos fallando para que
nuestros propios hijos sean capaces de manipular la mente de
otro hasta tal punto que la única salida que encuentre esa
víctima sea la de acabar con su vida para así poder sentirse
bien y a salvo. ¿Estamos creando una generación intolerante?
¿Dónde está el problema: en la educación o en la
permisividad de los padres? Los casos de bullyingson cada
vez más graves y preocupantes.
¿En qué estamos fallando? Existe una falta de respeto hacia
los demás; alabando y mimando únicamente el “yo” y el “mío”,
donde todo “me la sopla”, pero donde todos se entienden,
llegando a desencadenar actitudes grupales en las que se
persigue aquello o aquellos que son diferentes, objetivos
fáciles para la burla o mofa, mermando la autoestima y la
personalidad de los que no siguen sus normas, o de los que
ellos creen que no merecen seguirlas.
¿En qué estamos fallando? En muchas ocasiones, ante
cualquier problema, únicamente se escucha “solo son niños” y
“se estaban divirtiendo, pero sin maldad”, pero estas
palabras parecen solo dar carta blanca a sus acciones. Es
hora de reflexionar sobre lo que está pasando. Los cambios
de actitud han de llegar ya, no mirar hacia otro lado, no
restar importancia a lo que se cree una chiquillada,
respetar y ser respetado.
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