Como es natural, partiendo del
propio Aróstegui que, también, en la toma de posesión de los
miembros que componen, desde el pasado sábado, la Asamblea,
se presentó como si fuera “de pesca”, pongamos por caso.
No es nuevo, en el Ayuntamiento de Ceuta, el que un concejal
se presente vestido de cualquier manera y de la misma forma
que, ya hace años, otro concejal llegó a un Pleno vestido de
torero, en unas fechas que rondaban los carnavales, o en
otra ocasión, otro concejal presenció, desde un balcón del
mismo Ayuntamiento, la procesión del Corpus, con un pantalón
de deportes y unas chanclas, en esta ocasión, pretendiendo
ser un poco más “macarra” que nadie, mientras todos los
demás componentes de la nueva Corporación iban vestidos
decentemente, Aróstegui a lo único que aspiraba de hecho, no
sé si de derecho y de palabra, era a dar la nota. Mirándolo
bien, cada acción de este sujeto produce rechazo a lo que es
mantener la dignidad y unas normas de convivencia.
Y he dicho, intencionadamente, “de palabra”, porque,
también, a la hora de tomar posesión de su escaño, como los
demás concejales electos tuvo que jurar/prometer su cargo,
comprometiéndose a “cumplir fielmente las funciones de
diputado de Ceuta... “, pero él volvía estar riéndose de los
demás, como es su costumbre y se saltó el guión, para llegar
a decir que “aunque hará cumplir la Constitución la
considera obsoleta”, y no contento con esto criticó el
Estatuto de Autonomía, al que calificó de “lesivo para los
intereses de la Ciudad”.
Esto ya es cruzar todas las líneas rojas que le salen al
paso, por lo que pienso que poco respeto había en esa
jura/promesa de la Constitución cuando nadie le ha llamado
allí mismo al orden, por algo tan repugnante como “rechazar
a su manera” la Constitución y el propio Estatuto de
Autonomía.
Ahora mismo, si la jura/promesa de un cargo de este tipo es
obligatorio, tengo serias dudas de que con la ley en la
mano, Juan Luis Aróstegui esté legalmente en esta
corporación y desde todos los que estaban allí tendrían que
haber hecho valer el auténtico sentido de las fórmulas que
se adoptan para estas tomas de posesión.
Pero no queda ahí el chalaneo, el desprecio o el rechazo que
algunos, desde Caballas, se montan, porque si el “segundo”
de la cuadrilla se muestra así con documentos y fórmulas
respetables, el primero de ellos, como ya sin Carracao en el
PSOE piensan que pueden dominarlo mejor, creen que, a su
antojo, le hacen el primer guiño al PSOE para burlarse de
Ciudadanos.
En este caso fue Mohamed Alí quien el sábado a las ocho de
la tarde cerró un acuerdo con Ciudadanos de que le daban los
votos para que Ciudadanos ocupara la segunda vicepresidencia
de la Asamblea. Tengo en mi poder una manifestación desde
Ciudadanos que dice:”... tienes toda la razón, toda. Ese día
el acuerdo quedó cerrado a las 20 horas, con todos los
vínculos religiosos que Alí le dio. A las 23 horas llamó
diciendo que el PSOE les dijo sí a todo”. Espero que Mohamed
Alí trate de desmentirme esto, en lo que intervino él, no
otro.
Viendo las cosas del uno y del otro, está claro que estos
dos “chalanes” no pueden ser la más mínima representación de
Ceuta, estos no tienen palabra, son unos feriantes de los
que uno no se puede fiar y todo lo que hacen es una gota más
de desprestigio para la Ciudad de Ceuta.
Los chalanes, en las ferias de mi pueblo, cuando se exponían
y se vendían los ganados tenían unas normas muy claras, un
simple apretón de manos cerraba un trato. Estos los dos
primeros de Caballas no respetan las leyes, no tienen en
cuenta el honor, porque carecen de él, en la calle o en las
instituciones.
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