En artículos anteriores he
compartido con los lectores de este medio de comunicación
algunas reflexiones personales respecto a una problemática
(acoso escolar) extendida en nuestro sistema educativo. Una
problemática cuyas graves consecuencias exige a las
administraciones competentes respuestas convincentes. En mi
último artículo sobre esta problemática ampliaré mis
observaciones al tratamiento jurídico de un fenómeno
enmarcado en la minoría de edad a la que no es de aplicación
la ley penal vigente, pero a la que sí es aplicable la Ley
del Menor, circunstancia a tener muy en cuenta por los
progenitores de quienes presuntamente son acusados de esta
práctica.
Centraré mi reflexión en el tratamiento que la Ley del Menor
da a los casos de acoso escolar protagonizados por menores
cuyas edades están comprendidas entre los catorce y los
dieciocho años. Destacando, en primer lugar, que las
actuaciones en estas circunstancias descansan sobre tres
pilares fundamentales: la protección de la víctima, la
respuesta sancionadora al acosador y, en su caso, la
reparación de daños y perjuicios. En el proceso la victima
goza de un trato preferente pues sobre ella recaen los daños
de toda índole, aconsejándose un tratamiento cuidadoso y
prudente en el proceso de toma de declaraciones. En cuanto
al acosador, puede decretarse libertad vigilada,
prestaciones en beneficio de la comunidad, tareas
socio-educativas y las permanencias de fines de semana.
Finalizo mi último artículo destinado a sensibilizar a la
sociedad respecto a una problemática que afecta a nuestros
hijos en el ámbito escolar, instando a la comunidad
educativa (padres, profesores y alumnado) a cooperar en la
erradicación de un fenómeno cuyas consecuencias afectan
tanto a víctimas como a verdugos. Una problemática que debe
ser tomada con la gravedad suficiente a fin de darle una
respuesta pronta y contundente, susceptible de reparar el
daño causado y reeducar a sus autores. Sin ninguna duda,
todos los agentes implicados, padres, profesores y alumnado,
debemos vigilar y proveernos de las herramientas necesarias
para que casos de acoso escolar, como los de María, Carla o
Jokin, nunca más se conviertan en noticias siniestras.
Rebélate contra el acoso escolar.
|