Mentiría si dijera que me daba lo
mismo, o que me alegraba de la dimisión de José Antonio
Carracao, de todos sus cargos políticos. No es así, me
fastidia, porque conozco a Carracao y he comprobado docenas
de veces que es un hombre, de los pies a la cabeza, que es
un hombre honrado y cabal y que haber dado ese paso, aparte
de por algún problema personal, que ni deseo, ni quiero que
sea así, ha dado el paso definitivo, porque dentro de su
mismo partido unos intentan no comprenderlo y otros le
estaban poniendo”palos en las ruedas” para que se
estrellara.
Esto último no lo han conseguido,
porque cuando él llegó la representación en el Ayuntamiento
era de, tan sólo, dos concejales y ahora, al irse él, son
cuatro, con lo que algo ha ganado.
¿Hacia donde está caminando el
PSOE?. Ésta es la pregunta que más de uno nos estamos
haciendo, desde hace ya mucho tiempo, especialmente desde
que dejó de tener mucho de donde tirar y los que se habían
acostumbrado a pisar moqueta, luego ya, ser unos de tantos
no lo podían asimilar, al querer entrar con calzador, donde
sea y como sea; con eso ha chocado Carraco, con los que por
no pegar, no habían pegado, ni siquiera carteles, en su
vida.
Los jóvenes del PSOE en Ceuta,
esos que no tienen que dar cuentas de fracasos de hace 10,
12 o 15 años, tendrán que saber coger el toro por los
cuernos, apoyarse en unos pocos, no muchos, de los que
quedan de los verdaderamente socialistas y no “sociolistos”
y, a partir de aquí, mandar a “freír monas” a tantos como
hay presumiendo de partido, como si el partido fueran ellos.
Aunque José Antonio Carracao dice
que los motivos de su marcha son “estrictamente íntimos” yo
pondría alguna acotación a eso, y es que conociendo como lo
conozco, él lo que ha intentado es no hacer ruido y se
marcha, posiblemente, con una desilusión, con la de no haber
logrado llegar más al personal o de que el personal no le
haya llegado más a él.
Y ahora, volver a empezar, y ese
volver a empezar llevará ¿Cómo no? otros descontentos que
“al no entrar” volverán a mover la silla al que la ocupe.
El PSOE de Ceuta y hay que
decirlo, lleva muchos años a la baja, desde que hace ya
varios lustros estuvieron presidiendo la Alcaldía no
volvieron a respirar. Algo está fallando, en la sala de
máquinas, en toda la maquinaria socialista y en ese algo
está la “no admisión”, por parte de algunos, de que alguien
que viene de fuera sea el número 1. Lo he comprobado
respecto a Carracao, como lo comprobé de 2004 a 2006 con un
paisano mío al que nombraron delegado del Gobierno, Jerónimo
Nieto, y desde antes de llegar a Ceuta ya tenía “la espada
de Damocles” sobre su cabeza, espada de Damocles que activó
el “chupa-ruedas” de siempre para ser él el que se lo
cargara, con aquellas pancartas que colocó en la ruta del
presidente del Gobierno, en la visita de Zapatero a Ceuta.
Y Carracao, a pesar de tener gente
muy válida a su lado, no podía llegar a nada, porque lograr
más cosas hubiera supuesto hacer sombra a los cuatro “mindundis”
que quieren, pero no saben, ni pueden.
Carracao no se lleva nada, sí que
se puede dar por contento con que se está llevando la
dignidad, que ni se compra ni se vende, y haber sabido
dimitir, para así no perjudicar al PSOE y a Ceuta.
Ahora, en la lista del
Ayuntamiento, entrará Hernández Peinado, que debe tener
tablas, pero ya veremos quienes apoyan ahora a los que estén
en la Asamblea, a los que les recomendamos que tengan mucho
cuidado con ciertas “amistades peligrosas”. Todos saben a
quienes me estoy refiriendo.
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