En los últimos días hemos puesto
el acento y la crítica en dos hechos graves. Por un lado,
las quejas de los vecinos de la zona del Hacho ante los
continuos robos que sufren a diario; y por otro, la muerte
de un bebé, por la presunta mala praxis de la ginecóloga,
según denuncia la familia. Pues bien, el Cuerpo Nacional de
Policía ha dado al ciudadano una respuesta rápida,
contundente y eficaz. Las quejas no han tardado en ser
escuchadas y atendidas ya que los agentes de la Policía
Nacional, en una operación llevada a cabo por la zona
afectada, logró detener en la madrugada del jueves a un
total de cinco ilegales marroquíes que carecían de permiso
para pernoctar en la ciudad y que, sin embargo, merodeaban
por la zona denunciada por los vecinos.
Esta misma rapidez de respuesta y
eficacia, ante el otro hecho denunciado, ha mostrado la
dirección del Ingesa, que ayer y tras la publicación de la
fatídica muerte del bebé, informaba que se han tomado las
primeras medidas cautelares, apartando del servicio del
partos a la citada ginecóloga y abriendo una investigación
con el fin de esclarecer los hechos ocurridos.
No siempre la respuesta
ofrecida ante las denuncias realizadas por los ciudadanos es
tan inmediata. La manera expeditiva con la cual se han
manejado ambos caso es una grata noticia en comparación a
situaciones similares en donde la larga espera desespera por
su lentitud, para luego causar una profunda frustración
cuando la respuesta nunca llega. Las acciones rápidas,
transparentes y eficientes, como las que describimos, ayudan
a la credibilidad de las instituciones.
|