La Guardia Civil de Ceuta ha
confirmado que el salto de la doble valla fronteriza que
separa Ceuta de Marruecos por parte de los inmigrantes
subsaharianos es el método menos frecuente que emplean estas
personas para entrar de forma clandestina en la ciudad
actualmente. Fuentes del instituto armado han informado de
que anualmente no se producen más de medio centenar de
saltos de estas características como consecuencia de las
dificultades para llevar a cabo este tipo de entradas
ilegales. Los subsaharianos, que habitualmente esperan en
los montes de Marruecos próximos a la frontera, primero
tienen que superar la vigilancia de la Gendarmería marroquí
que está en los montes y posteriormente descender hasta el
vallado. La valla, situada a seis metros de altura en los
8,2 kilómetros de perímetro fronterizo terrestre, es
inaccesible en determinados puntos, por lo que los intentos
de entrada se concentran en contados lugares del vallado.
La Guardia Civil ha señalado que
los inmigrantes subsaharianos suelen entrar en la ciudad a
través de pequeñas embarcaciones como balsas de playa o bien
en pateras, muchas ocasiones simulando ser pescadores.
Asimismo, un alto porcentaje de estas entradas clandestinas
se producen ocultos en dobles fondos de vehículos, previo
pago a las mafias que trafican con seres humanos y que luego
los abandonan en distintas zonas de Ceuta para no responder
a un patrón determinado en el lugar de dejada de los
inmigrantes.
|