Ali Ouattara, el padre de Adou, el niño de ocho años de
Costa de Marfil que intentó pasar la frontera de Ceuta
oculto en una maleta, ha asegurado que “nunca” se ha sentido
culpable por el caso, por el cual ha estado en prisión
preventiva por un delito contra el derecho de los ciudadanos
extranjeros y que le mantiene imputado como presunto
cómplice. Ha asegurado, además, “confiar” en la Justicia
española. Ali ha explicado que “nunca” habría imaginado que
Adou acabaría entrando en España de esa forma, algo que
atribuye a un “engaño”, pues su contacto, que logró en
Marruecos y al que pagó 5.000 euros, aseguró que el menor
ingresaría de manera “normal”. “Aunque no hubiera podido
estar con él, yo, si llego a saberlo, no hubiera puesto su
vida en riesgo”, ha aseverado.
Ali Ouattara, el padre de Adou compareció este martes en una
rueda de prensa en el despacho de su abogado, Juan Isidro
Fernández, en Sevilla, acompañado de su letrado y de su
esposa Lucie, afirmando que que considera que la Justicia en
España “funciona” y que, por ello, tiene “confianza” en
poder demostrar que “no es “ni un traficante de seres
humanos ni un delincuente”.
Además aseguró ayer que no se siente “culpable” de lo que le
ocurrió a su hijo porque le “engañaron” y nunca pensó que lo
intentarían introducir en suelo español de esa forma.
Ouattara afirmó que intentó en dos ocasiones traer a España
a su hijo mediante la reagrupación familiar, aunque el
Gobierno se lo denegó porque no cobraba suficiente en la
lavandería de Lanzarote en la que trabaja.
El padre de Adou, ya en libertad tras el pago de una fianza
de 5.000 euros, ha expresado su deseo de que tanto él como
su familia puedan vivir “sin mirar atrás”. “Llevo ocho años
en España, lo que ha sucedido se debe a que a veces vienen
problemas que no puedes controlar, pero creo que la Justicia
va a triunfar”, ha especificado.
Así, Ouattara, que lleva ocho años viviendo en España -su
esposa y uno de sus hijos también está en el país en
situación legal- procedió a dar su relato de los hechos, que
basa en la “desesperación”, según el cual tras solicitar la
entrada de Adou –que se había quedado solo en Marruecos por
la muerte de su abuela– por vía legal y serle denegada por
dos veces procedió a pagar a una persona del consulado,
presuntamente, para introducir a su hijo en España junto al
resto de la familia de forma legal.
Sin embargo, Ali explicó que “nunca” habría imaginado que
Adou acabaría entrando en España de esa forma, algo que
atribuye a un “engaño”, pues su contacto, que logró en
Marruecos y al que pagó 5.000 euros, aseguró que el menor
ingresaría de manera “normal”.
“Aunque no hubiera podido estar con él, yo, si llego a
saberlo, no hubiera puesto su vida en riesgo”, aseveró
Ouattara, que manifestó que no ocultó en Ceuta que Adou era
su hijo cuando le enseñaron la fotografía, puesto que había
ido a recibirle en el supuesto de una entrada legítima, con
pasaporte.
“Debería de haber estado con su madre”
Tras salir este lunes de la prisión habló con su hijo, al
que preguntó cómo fue el tiempo que pasó en el centro de
tutela, algo que criticó. Y es que “él no entendía por qué
le hacían estar allí, y todo el mundo sabía que tenía a su
madre: si yo no podía estar con él, al menos debería haber
estado con ella, el mejor lugar para un menor de diez años
es el entorno familiar”, expuso. Posteriormente, “salimos
con nuestro abogado, cenamos, paseamos y tratamos de pasar
el tiempo y olvidar”.
El imputado, que queda ahora a la espera de juicio -ha
expresado su confianza en poder retomar su trabajo en una
lavandería en Fuerteventura, a donde toda la familia vuela
este martes-, aludió a la “mucha alegría y felicidad” que ha
sentido por el hecho de que “tantas voces hayan hablado, y
tan fuerte como para ser atendidos, por quien no tenía voz”.
Por ello, dio las gracias “de corazón” a todos aquellos que
le han apoyado en un momento “muy difícil”.
De su lado, el abogado, Juan Isidro Fernández, incidió en
que Ouattara “perdió la cadena”, ya que en el proceso de
traslado hubo un momento en que el niño fue puesto a cargo
de terceras personas que el padre de Adou no conocía. Apuntó
a la responsabilidad de las mafias, “que existen en mayor
número de lo que nos pensamos”.
Con todo, Fernández incidió en la rapidez con la que se han
realizado las pruebas de ADN para clarificar el parentesco y
aludió a razones humanitarias como posibles argumentos para
que Ali pueda ser declarado inocente. Por el momento,
apelará el auto de incoación de procedimiento abreviado y
pedirá la reagrupación familiar incluyendo al segundo de los
hijos.
A ello podría ayudar la justificación de recursos
económicos, para lo cual el letrado desveló la aportación de
dos familias alemanas que, desinteresadamente, han querido
donar dinero para la fianza y pagarles una mensualidad.
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