Como mamíferos somos
territoriales, además de sociales y jerárquicos. Pero la
especie humana ha sido siempre, lo de sedentaria no deja de
ser un accidente, fundamentalmente cazadora y recolectora,
es decir trashumante. Si a principios del siglo XIX éramos
sobre 900 millones, entrando el segundo milenio superamos
ampliamente la cifra de los 6000, esperando alcanzar en diez
años más de 8000 millones de personas en el Planeta,
asimétricamente repartidas y con un uso de recursos
arbitrariamente injusto. A grosso modo, ¼ parte de la
población dispone de ¾ partes de los recursos y viceversa.
Eso sí la Tercera Guerra Mundial en ciernes no viene con las
rebajas.
Emulando a la Gran Muralla China, la humanidad agrupada en
estados no deja de construir barreras cara al otro,
particularmente frente a las migraciones incontroladas.
Tiene su justificación. Desde el muro defensivo de Israel
que ha demostrado su eficacia frente al terrorismo alentado
por Hamás (Palestina es otra cosa) a los levantados por
Marruecos en el Sáhara Occidental, protegiendo sus
Provincias del Sur anexionadas de hecho y ahora en la
Oriental, más de 120 kms. que “chuia chuia” y sin mucha
alharaca Rabat está ya construyendo en la frontera con
Argelia. O los 1.300 kms. equipados con millones de cámaras,
1800 torres de vigilancia y cerca de 20.000 agentes con los
que Estados Unidos intenta proteger sus territorios sureños
conquistados en su momento a México. Para qué hablar de
Ceuta y Melilla, esos dos islotes de resistencia española en
el norte de África y que, de no ser por su perímetro
defensivo y la curiosa ayuda de Rabat, de quedar a
descubierto serían inmediatamente engullidos por una masa
mixta de subsaharianos y marroquíes que duplicarían su
población en menos de seis meses.
Contenidas por el momento las oleadas de cayucos a Canarias,
los estrategas de papel de la Unión Europea después de
participar en la liquidación de la Yamahiliya de Gadaffi
(¡en espuria colaboración con bandas yihaterroristas!), se
encuentran ahora con que han dejado a Libia moribunda y con
las venas abiertas: por el sur, la Unión Europea ha
facilitado el asentamiento islamoterrorista en el Sahel y en
el Mediterráneo, el tsumani migratorio no ha hecho más que
empezar.
¿Soluciones? Superada la barrera de control electrónico,
solo queda la acción directa. Esto o el caos. Y a buen
entendedor, salud. Visto.
|