El acuartelamiento García Aldave
acogió ayer un nuevo Sábado Legionario que se hizo especial
por el recuerdo a los héroes anónimos que “cumpliendo su
deber demostraron valor” y ganaron el reconocimiento a sus
unidades de la máxima condecoración del Ejército español: la
Cruz Laureada de San Fernando. El coronel Marcos Llago quiso
recordar también en su discurso al Teniente Coronel
Valenzuela, uno de los fundadores de la Legión, que en el
amanecer del 5 de junio de 1923 murió en los combates de
Tizzi Azza mostrando “el camino del sacrificio y de la
valentía al frente de sus legionarios”. Un camino por el
sacrificio colectivo que Llago animó a seguir a los
legionarios que recogen el testigo de la historia y son el
presente “y el futuro”.
Llago tampoco se olvidó del
reciente fallecimiento del delegado del Gobierno, a quien
dedicó unas palabras recordando el “inigualable espíritu
legionario” de González Pérez así como la lealtad y el
cariño que mostró a la Legión, participando en cuantos actos
pudo.
Aniversario
La formación de ayer también contó
con testigos de excepción como el alcalde de Algeciras, José
Ignacio Landaluce, y un grupo de moteros que este fin de
semana se encuentra en plena concentración en Ceuta. Ellos,
como decenas de ceutíes, no se quisieron perder el
aniversario de la concesión de todas las laureadas
colectivas a las unidades del 2º Tercio, uno de los más
condecorados del Ejército. El acto estuvo presidido por el
general de Brigada Enrique Bayón, general segundo jefe de la
Comandancia General de Ceuta.
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