A casi un mes de que se cumpla un año del incendio que
arrasó más de 50 hectáreas en García Aldave el pasado 9 de
julio, las labores de limpieza de la zona quemada ya están
listas, aunque el grueso de la reforestación aún deberá
esperar hasta noviembre, según explicó ayer Carolina
Hurtado, gerente de Obimasa. Desde que se produjo el
incendio hasta ahora se han acometido una serie de trabajos
sobre todos los restos quemados que pudieran producir algún
tipo de accidente a personas que practican deporte en el
monte. “Se han hecho talas de urgencia y luego otras
programadas desde la finalización del Día de la Mochila
hasta hace poco, cuando se activó la prohibición de hacer
fuego en los montes”, informó ayer Hurtado.
En cuanto a la repoblación, señaló, es necesario esperar un
año desde que se produce cualquier incendio para realizar la
reforestación artificial. Durante el primer año se da margen
para que el monte se regenere por si mismo. Un tiempo en el
que se ve lo que se va regenerando. En este caso, árboles
como los palmitos o alcornoques han logrado salir adelante.
Sin embargo, no ha sido así con pinos o eucaliptos, que no
son flora autóctona, y que han tenido que ser talados.
“Hasta noviembre se esperará para comenzar a meter plantas
de forma artificial”, reiteró la gerente de Obimasa que, no
obstante, apuntó que sí ha habido pequeñas actuaciones de
reforestación muy concretas, aunque el grueso de actuaciones
se realizará una vez que se desactive el riesgo de incendios
en los montes, programado para principios de noviembre.
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