Una semana falta para que el
alcalde en funciones, Juan Vivas, vuelva a ser alcalde de
pleno derecho y entrar ya de lleno en dirección a los 18
años en “su” sillón de la Alcaldía, si es que cumple toda la
legislatura.
Y a nadie se le oculta que ésta puede ser la más complicada,
desde que llegó a ella, porque ahí va a tener que hilar muy
fino y tratar de no resbalar para que, por lo pronto, los
suyos aguanten, sin darle ningún susto y sin tener que
recurrir a otros.
La Corporación va a ser más concurrida, en cuanto a colores
políticos, y si Juan Vivas, aun confiando plenamente en los
suyos, no quiere tener que recurrir, en cualquier momento, “
a una faena de aliño”, si alguien del PP se hubiera
descarriado, no debiera dejar alejado de él a Ciudadanos,
que con sólo un representante y sin aspiraciones a dominar
ningún plan de empleo, con los votos que eso puede dar, u
otras parcelas complejas, podría cubrirle las espaldas, de
una forma mucho más sana y más barata que si cae “en las
garras” insaciables de Caballas.
Pocas veces, en una corporación, un solo representante puede
tener tanto valor para su grupo, para la Ciudad y para quien
está en el poder.
Y digo esto porque volver a estar, en plan amigo, con
Aróstegui y compañía, es tener al enemigo en casa, es tener,
durante las 24 horas del día, el cuchillo en la espalda, si
no te sometes a las ansias de personajes como estos que te
van a chantajear, desde la salida del sol hasta la puesta y
desde el anochecer al amanecer. Tiempo al tiempo.
Insisto en esto porque todos sabemos que no ha sido nada
barato el que se haya guardado silencio sobre aquella
“suitte” de Valladolid o de Navalvillar de Pela, gastos
demasiado grandes para una sola, he dicho UNA, persona. Se
guardó silencio, pero la recompensa fue sabrosa.
Los 13 representantes del PP van a copar todo, habrá cambios
“ en cuanto a las carteras” y ardo en deseos de saber quien
coge las riendas de la parcela que llevaba Yolanda Bel, como
ardo en deseos de saber si esta ex concejal cambia de
“plaza”, ya veremos.
Ahora no sé como se las van a apañar, pero mucho me temo que
este año San Antonio va a ser un poco menos celebrado,
especialmente porque el ajetreo de ese día, tratando de
acomodarse, en el mejor de los lugares posibles, no va a
permitir que “los nuevos en la plaza”, que son muchos,
puedan ir a visitar al santo, a comer la paella de otros
años o a pasar bajo palio, en el Monte Hacho.
Todo el peso vuelve a ser para el PP, el PSOE, aunque con
más representación, sigue en tierra de nadie, Fátima Hamed
debe ser la atracción del Pleno, al menos de momento,
Caballas seguirá con sus “fuegos artificiales” pero con el
discurso más gastado que “la Falange de Hornachos” y
Ciudadanos, si desde fuera y desde dentro sabe jugar sus
cartas, que son muchas y muy variadas, puede tener más valor
de lo que ellos mismos están pensando ahora mismo y me
consta, por personas muy cercanas a Juan Vivas, que es el
propio alcalde, ahora en funciones, el que no quiere, ni de
lejos, que Ciudadanos quede aislado de todo, porque, repito,
sabe que su apoyo puede ser bueno, decisivo en algún caso y
que, además, desde el primer día sería un apoyo y una
colaboración sincera, sin tener que ir preguntando ¿A cambio
de qué?. Eso hay que valorarlo.
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