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La semana pasada, con motivo de la
celebración en Ceuta de un congreso de técnicos sanitarios
de toda España, varias de las participantes comentaban en
las Murallas Reales lo monumental y maravillosa que es la
ciudad, cambiando por completo la idea que tenían antes de
venir. Pero el culmen fue cuando acudieron a comer a un
conocido restaurante ubicado en el interior del Parque del
Mediterráneo. La obra de Manrique las dejó maravilladas,
comentando que nunca pudieron imaginar que en Ceuta se iban
a encontrar unas instalaciones como estas
En Ceuta todo el mundo sabe y habla del gran potencial
turístico que tiene, así como que son muchos los visitantes
que llegan hasta nuestras calles, nuestros comercios,
nuestros hoteles, nuestros restaurantes y nuestros bares
procedentes del país vecino. Una cantinela que antigua como
repetida, pero nadie hacía nada. Todos sabían, pero no se
daba con la tecla.
Ahora parece que las autoridades, comerciantes y empresarios
de han apercibido que a este tipo de clientes hay que
mimarlos, cuidarlos y fidelizarlos. Para ello, desde
Servicios Turísticos se ha conveniado con la Universidad de
Granada para hacer un estudio con el objetivo de conocer las
preferencias que esos clientes tienen. Una vez estén las
conclusiones de las quinientas encuestas que se van a
realizar, todos se pondrán manos a la obra para poner en
marcha las acciones necesarias para que la visita sea lo más
placentera posible y el turista del país vecino, que ahora
ver como emerge su clase media y su economía, quede
cautivado y fidelizado, convirtiendo a Ceuta en un
referente. Si para las participantes del congreso, la ciudad
era una gran desconocida, para los de Servicios Turísticos,
hasta ahora, el gran desconocido es el turista marroquí.
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OPINIÓN / EDITORIAL
