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Hay cosas y suceden hechos que la
mente humana no alcanza a veces a comprender, ya que ni se
ajusta a la razón y ni tan siquiera lógica. Haciendo un
esfuerzo muy grande y aún poniéndole mucha imaginación no
cabeza en cabeza humana como es posible que un individuo sea
detenido ochenta y cuatro veces por la Policía, cuente con
dos órdenes de prohibición de entrada al territorio nacional
y los agentes del CNP lo vuelvan a arrestar, sumaría la
ochenta y cinco detención, después de que haya robado dos
teléfonos móviles a sendos ciudadanos.
Pues aunque parezca mentira, así es, según la información
facilitada por la Policía Nacional, cuyos agentes fueron los
encargados de aclarar los hechos, que fueron denunciados en
la Jefatura Superior del CNP por las víctimas.
Lo peor del caso es que este individuo, que no se entiende
cómo lleva a cabo sus fechorías en el territorio nacional si
tiene dos órdenes en vigor que le impiden pisarlo, es
bastante violento a la hora de cometer la acciones
delictivas. Según la información, en el primero de los dos
robos amenazó a una joven con pincharla con un cuchillo de
cocina, mientras que a la segunda de las víctimas, a la que
le quitó, al igual que a la primera, el teléfono móvil, le
golpeó fuertemente.
Nadie puede negar que el trabajo que se viene desarrollando
en la ciudad por parte de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad
del Estado, Policía Nacional, Guardia Civil y Policía Local,
es excelente, y atrás han quedado los tiempos en los que
Ceuta gozaba de una fama inmerecida como ciudad super
peligrosa por culpa de unos cuantos que ahora se encuentran
detenidos y alejados fuera de sus límites. Pero tras ver
casos como los relatados, las preguntas se vienen de
inmediato a la mente. ¿Qué pasa con este tipo de personajes?
¿Cómo es posible que campe a sus anchas en la ciudad un
individuo con ochenta y cinco detenciones? Es más que lógico
que pensar que algo falla.
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OPINIÓN / EDITORIAL
